Rosana Miñana, concejal de Ocupación y Empresa y Deportes, y también de Recursos Humanos de Oliva, ha presentado su renuncia al acta de concejal. Así lo hizo saber a la asamblea local de Compromís y sus compañeros del grupo municipal en el consistorio.

Según ha señalado la razón son motivos profesionales, sumado al hecho que hace meses ya había tomado la decisión de no volver a optar a ser concejala, como informó al alcalde en su día.

Miñana ha recibido la oferta para incorporarse como educadora en la Escola Municipal el Caragol. Ahora hace siete años, después de participar en un proceso selectivo y aprobar los exámenes correspondientes, ganó el derecho a formar parte de una bolsa de educadora infantil, junto a otras 51 personas.

Con motivo de la apertura de una nueva aula, y después de la renuncia de las tres primeras personas de dicha bolsa, le ha llegado el turno. Se da la circunstancia de que es incompatible ser concejala y ocupar un puesto de trabajo gestionado por la misma Administración local, de manera que opta por dejar el acta en el ayuntamiento.

Miñana vuelve a su trabajo habitual, puesto que trabajó a lo largo de años en las «escoletes» municipales de Gandia como educadora infantil.

La concejal ha explicado a los compañeros de Compromís que «la decisión ha sido muy complicada», pero ha añadido que es un tren que profesionalmente no puede dejar pasar «porque renunciar quiere decir quedarse la última en la bolsa».

La concejala dice que se marcha del consistorio satisfecha de haber trabajado en las áreas que ha gestionado y con la humildad de que las cosas siempre se pueden hacer mejor.