Casi más contratos que habitantes. Esa es la situación que ha vivido Benifairó de la Valldigna durante octubre. Según los datos del Servef, el servicio de empleo de la Generalitat, el municipio acabó el pasado mes con un total de 1.035 contrataciones. Por delante solo tiene a Gandia (3.898) y Oliva (1.133), ciudades mucho más grandes que el municipio de la Valldigna, y Almoines, que también de forma sorprendente sumó 1.072.

Sin embargo, Benifairó está por encima de otras localidades de mayor tamaño como su vecina, Tavernes de la Valldigna, que acabó el mes con 334 contratos y Simat, con 161.

No cabe duda que detrás de estas cifras se encuentra la actividad citrícola, que sigue siendo un motor importante en la localidad. En concreto, en Benifairó existen cuatro grandes empresas que contratan a miles de trabajadores: Frutas Bollo, Frutas Tono, Vercher y Ferrando Blasco Internacional (FBI). Estas firmas se encuentran en plena producción en estos momentos, cuando la campaña citrícola, su actividad principal, se encuentra en su punto más álgido.

Esta situación no es nueva. De hecho, es tradicional que cada mes de octubre se produzca un pico de contrataciones en la localidad. Es más, las 1.035 de este año es la cifra más baja del último trienio, toda vez que en 2017 se registraron 1.052 y en 2016 un total de 1.045.

Pese a la innegable influencia de estas empresas, el alcalde, Josep Antoni Alberola, destaca otras actividades que en los últimos años se han instalado en la localidad y que también están contribuyendo de manera importante al desarrollo económico como es Alverlamp, mercantil con alto componente tecnológico que se dedica a la fabricación de productos con tecnología LED. Además, los promotores de estas firmas son profetas en su tierra, pues todos ellos son naturales del municipio.

Efecto en municipios vecinos

Las empresas instaladas en esta localidad no solo contribuyen a reducir el paro en la localidad sino también en otros municipios vecinos. De hecho, una gran parte de las contrataciones del mes de octubre pertenecen a vecinos que provienen de localidades próximas como Tavernes o Simat. No en vano, en la capital de la Valldigna apenas quedan almacenes y, por tanto, son muchos los vecinos y vecinas que desarrollan su labor en la campaña citrícola en empresas de Benifairó.

El municipio tiene censados unos 1.600 habitantes, restando los niños y jubilados y las personas que se dedican a otras actividades, es evidente que muchos operarios son de fuera.