Aunque directamente la plataforma de vecinos de la playa de Tavernes de la Valldigna contra el ruido de los festivales no está detrás de la denuncia presentada ante la fiscalía, su acción llevada a cabo desde mediados del pasado mes de julio sí que ha servido para que otro vecinos la promoviera a título particular. Mientras, el colectivo lleva otra guerra paralela. Desde el verano no ha dejado de solicitar documentación al ayuntamiento, una información que, denuncian, «no hemos nos han remitido, porque creemos que no la tienen». Son cuestiones sobre si se han hecho mediciones para comprobar si los festivales cumplen con los niveles establecidos.

Respecto a esta cuestión, Josep Llàcer recordaba ayer que «se les han respondido todas los requerimientos que han enviado al ayuntamiento y la policía ha acudido a los domicilios».