El Gobierno local de Tavenes de la Valldigna no parece haberse achantado ante la apertura, por parte de la Fiscalía, de una investigación por el ruido que emana de los festivales musicales que se celebran en la playa de esta localidad.

Tanto el alcalde, Jordi Juan, como el concejal que se encarga de gestionar todo lo referente a la organización de estos eventos, Josep Llàcer, defendieron ayer, en sus respectivos perfiles de Facebook, que el municipio va a seguir acogiendo conciertos, tanto en verano como en invierno, al considerar que suponen una gran oportunidad para el comercio y la hostelería del municipio y, además, ayudan a promocionar el turismo.

«No vamos a dar ni un paso atrás. Los festivales tienen un gran impacto económico, publicitario y turístico en nuestra ciudad, además del interés cultural y de mejora de la oferta lúdica», indicaba Llàcer, quien reafirmaba, a su vez, que «vamos a seguir potenciando la realización de festivales en Tavernes y defenderemos el interés general».

En el mismo escrito, el edil denunciaba que «hay gente a la que le gustaría una playa muerta, sin ruidos, sin música, sin fiesta», argumentos con los que acusó a la plataforma contra el ruido constituida el pasado verano de estar detrás de la denuncia presentada ante la Fiscalía.

El escrito está promovido, a título personal, por un abogado que veranea en la playa de Tavernes, con quien este periódico pudo hablar esta misma semana. Formalmente, la plataforma ciudadana no se encuentra detrás de la denuncia, aunque el propio vecino reconoció que les había recomendado acudir a la justicia, y no presentar una reclamación ante el Síndic de Greuges, como pretendían.

Jordi Juan, también en su muro de la red social Facebook, se mostraba «tranquilo» de que «todo se ha hecho de forma correcta», por lo que volvió a reiterar «mi compromiso para seguir impulsando estos festivales desde el acuerdo, el diálogo y la concordia».

A su vez, el alcalde criticó que «no solo están en contra de una playa viva, sino que, además, nos quieren tratar como delincuentes y por ello este señor va por la vía penal».

Como publicó este periódico el pasado viernes, hace unos días llegó al ayuntamiento un requerimiento de la Fiscalía, en su sección de Medio Ambiente, en el que solicitaba toda la documentación referente a las denuncias recibidas por el ruido de los festivales, así como los expedientes de los eventos Iboga Summer Festival y Medusa Sun Beach Festival, que se celebra en Cullera, por lo que es a este ayuntamiento de la Ribera al que, en todo caso, le correspondería enviar documentación en caso de que la Fiscalía lo considere oportuno.

El municipio vallero acoge a lo largo del año tres grandes festivales: el Iboga Summer Festival, en julio, el Mediterránea Festival, que se inauguró el pasado mes de agosto, y el Festivern, que se viene celebrando desde hace tiempo en los últimos días de diciembre para despedir el año.