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Energía para generar miles de empleos

? Los empresarios y los ayuntamientos de la Safor impulsan un plan para acabar con el déficit de electricidad en el sur de la comarca que impide ocupar los polígonos industriales ? La clave es saber quién aporta los más de 10 millones necesarios

Energía para generar miles de empleos

Parece increíble que en una comarca como la Safor haya empresas que no puedan instalarse en los muchos e infrautilizados polígonos industriales abiertos en los últimos años por la sencilla razón de que no disponen de la suficiente eléctrica para funcionar. Pero es así y está ocurriendo prácticamente en todo el sur de la comarca. Increíble porque esa circunstancia lastra la economía y, como primera repercusión, dificulta, cuando no impide, la creación de puestos de trabajo.

De ahí la importancia del acuerdo alcanzado esta misma semana a instancias de la Federación de Asociaciones de Empresarios de la Safor (FAES) que, junto a los ayuntamientos de la comarca, ha actuado como un lobby para solucionar este problema.

Desde hace meses las negociaciones se han mantenido al más alto nivel, tocando al conseller de Economía, Rafael Climent, y a la directora de Industria y Energía de la Generalitat, Empar Martínez, quienes, según señalan los empresarios, tras explicarles el problema han decidido no dejar pasar más tiempo.

El miércoles de esta semana Empar Martínez, junto a otros representantes de la Administración, se comprometía a impulsar las obras que FAES y los ayuntamientos de la Safor vienen exigiendo, que van mucho más allá de la construcción de la anunciada subestación eléctrica que se ubicará en el polígono de Sanxo Llop de Gandia, junto al centro comercial de la Vital.

Esa infraestructura, que según la directora general de Industria y Energía estará hecha en el año 2021, es clave para incrementar la potencia eléctrica en el sur de la comarca, pero no es suficiente para desatascar el proceso que permitiría la implantación de más industrias en todo el triángulo situado entre Gandia, Villalonga y Oliva. Como ejemplo, la industria Dulcesol de Villalonga ha tenido que proyectar, y pagar, una línea de suministro eléctrico de 14 kilómetros de longitud que parte desde Oliva y que es necesaria para mantener una actividad que emplea a miles de personas.

Así, lo que ahora se plantea, y en eso se está trabajando, es la construcción de una especie de anillo de líneas eléctricas que permita, por una parte, interconectar la subestación eléctrica de Oliva con la que se va a construir en Gandia. Por otra, se haría otro ramal de alta capacidad que discurriría entre las localidades de Gandia y Villalonga.

Con esa actuación y la repotenciación de las instalaciones existentes habría suficiente energía para poner en marcha industrias en todos los polígonos esparcidos por los municipios, una exigencia de los alcaldes y de los empresarios de la comarca.

Además, ese triángulo de infraestructuras eléctricas permitiría reducir las consecuencias de las averías, dado que, en el caso de un eventual corte en el suministro, toda la red se podría alimentar desde el norte y desde el sur.

El problema, como casi todo en cuestión de infraestructuras, es su elevado coste económico. El proyecto vendría a costar entre 10 y 12 millones de euros, según los primeros cálculos, al margen de los varios millones más que Red Eléctrica de España va a invertir en nueva subestación de Sanxo Llop de Gandia y del dinero que Dulcesol aportará para su línea de Oliva a Villalonga.

Los responsables de la Generalitat Valenciana con quienes se ha estado negociando estudian de qué modo, entre el sector privado y el público, se podrían financiar los proyectos que, siendo muy optimistas, no estarían operativos antes de tres años.

«Si se lleva a cabo esta iniciativa la Safor tendría electricidad suficiente para las próximas décadas y llenaríamos los polígonos que permitirían generar muchos puestos de trabajo en el sector industrial», indican fuentes de FAES, que añaden que, por primera vez en mucho tiempo la Generalitat ha dado una respuesta positiva a las demandas de un problema que se arrastra desde hace mucho.

«La economía de la Safor, además del turismo, tiene que pensar en la industria, y por eso conseguir el aporte de la energía necesaria es fundamental», concluyen los empresarios.

Con todo el proyecto esbozado, el grupo de trabajo de FAES y de los ayuntamientos de la Safor se ha puesto las pilas y, de hecho, para el próximo mes de febrero se ha convocado una nueva reunión con los responsables de la Generalitat en la que, según se estima, podrían concretarse las actuaciones, cómo se financian, e incluso una especie de calendario de ejecución para todas ellas.

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