¿Cómo hacer una Crida sin Fallera Mayor? Esa es la pregunta que van a tener que resolver las Fallas de Tavernes de la Valldigna en el presente ejercicio. El acto está fijado para el próximo 9 de febrero. En la última década era la máxima representante quien lo protagonizaba. Desde el balcón del ayuntamiento, junto al alcalde, pronunciaba unas palabras en las que mencionaba a todas las comisiones del municipio y llamaba a los falleros y falleras a vivir la fiesta y a quienes no lo eran a participar de ella. Mientras, las falleras mayores y los presidentes seguían la Crida desde el escenario ubicado ante la puerta del Consistorio.

Sin embargo, Tavernes de la Valldigna tiene este año una situación nueva. No hay Fallera Mayor del municipio ni tampoco, como este periódico publicó en su día, presidente. No por ello, la Federació de Falles, que este año está formada por los presidentes de las seis comisiones, va a renunciar a este acto que habitualmente llena la plaza Major.

Por eso, según ha podido saber este periódico, se va a buscar una fórmula que sirva para dar la bienvenida a las fiestas de 2019. Desde el colectivo fallero recuerdan que antes de que en Tavernes se recuperara la figura de la Fallera Mayor, en 2009, ya se hacía un acto en la plaza Major que entonces se conocía como Pregó.

Fuentes consultadas por este periódico hablan de diversas posibilidades como una proyección, la lectura de un texto por alguien en particular o incluso que las máximas representantes de 2019 puedan ser quienes lo protagonicen de forma conjunta.

En todo caso de momento no se han mantenido reuniones para tratar esta cuestión. Se espera que en los próximos días se configure el equipo que trabaje sobre la organización del evento. A partir de ahí se pondrán sobre la mesa las diferentes propuestas y se analizará cuál de ellas es la más adecuada.

Una fecha adelantada

Otra de las novedades del acto de la Crida de este año es que se ha adelantado sustancialmente la fecha de celebración. La nueva configuración del periodo de presentaciones permite tener más libertad entre el periodo que las seis comisiones finalizan estos actos y la semana fallera. Hasta el año pasado, todas las exaltaciones se celebraban entre enero (una vez finalizaban las fiestas navideñas) y finales de febrero, por lo que apenas quedaban un par de fines de semana libres antes de entrar de lleno en el mes fallero, marzo.

Desde el año pasado una parte de las presentaciones se celebra en noviembre y la otra en enero, y eso deja más libertad para ubicar los diferentes actos previos a las Fallas. De ahí que en el actual ejercicio se haya adelantado tanto la Crida, que se solía llevar a cabo a finales de febrero e incluso principios de marzo.