Colas de más de 30 minutos ante la única ventanilla abierta, continuos problemas con las máquinas expendedoras, taquillas cerradas en fin de semana, máquinas que solo expenden billetes recargables, más caros que los normales. Las quejas de los usuarios de la estación de Renfe de Gandia se multiplican por lo que consideran un servicio deficiente, impropio para una capital de comarca que además es una importante ciudad turística.

En la mañana de ayer, en apenas unos minutos, este periódico pudo comprobar los problemas a los que se enfrentaban los viajeros. Las protestas predominaban entre las 18 personas que esperaban su turno para ser atendidos en la taquilla, donde solo había una empleada. «A veces no abren la ventanilla y en las máquinas no se pueden obtener bonos de la tercera edad o de familia numerosa», señaló Carmen, una jubilada que se quejaba por los más de 30 minutos de espera. Otra mujer perdió el tren por apenas unos segundos a causa de la demora en la tramitación de su billete, pese a que había acudido a la estación con suficiente antelación.

«No quiero billete recargable»

María y Violeta, dos jóvenes que viajaban hacia València, hacían cola ante la ventanilla porque no querían comprar un billete recargable en las máquinas. «Son 50 céntimos más caros, y no los vamos a utilizar más», afirmaron. Tras más de 20 minutos de espera, no tuvieron más remedio que transigir y pagar en una de las máquinas. «Si no, perderemos el tren», protestaron. Otro joven esperaba en la cola porque también se negaba a comprar su título de viaje en la máquina. «Solo voy a Cullera por una vez y no quiero billete recargable», explicó.

Liliana, una viajera que había esperado pacientemente su turno para adquirir un billete de larga distancia, se tuvo que marchar porque «en la taquilla no funciona la máquina para el pago con tarjeta, así que voy a por dinero en metálico y tendré que volver a hacer cola». Y otra pareja obtuvo su billete de Cercanías a la tercera: «la primera máquina no aceptaba tarjeta bancaria, la segunda no reconocía el billete recargable», apuntaron.

Por su parte, Renfe asegura que se trata solo de «problemas puntuales» en las máquinas, «y cuando hay alguna avería, en tiempo real se trata de solucionar, por lo que no se puede generalizar». Sin embargo, sí reconocían que solo hay una ventanilla abierta en la que atiende una sola persona, y que en fin de semana, Gandia se queda sin servicio de taquilla, por lo que no se puede tramitar títulos de viaje como los de familia numerosa o pensionista, o los de media y larga distancia, ni ningún otro que no sea de Cercanías.

Para paliar este déficit, desde Renfe anuncian que a partir de enero se incorporan «varios agentes comerciales a la estación de Gandia». Es decir, habrá como mínimo dos personas más para dar información y vender billetes en ventanilla.