En tiempos donde parece que ponerse de acuerdo se ha convertido en algo imposible para los partidos políticos. En los que hasta una reunión para sentarse a hablar cuestiones importantes para el Estado se convierte en un tira y afloja simplemente por su formato, que un ayuntamiento haya conseguido sacar los cuatro presupuestos municipales de la legislatura por unanimidad supone casi un hito.

Ha ocurrido en Benifairó de la Valldigna. Hace unas semanas, la corporación municipal de esta localidad debatía y aprobaba las cuentas para 2019, que son las que cierran el mandato de Compromís y su alcalde, Josep Antoni Alberola. La propuesta del Ejecutivo salía adelante por unanimidad, como ocurría en las tres ocasiones anteriores.

Este hecho resulta destacado por varias cuestiones. La primera porque el de Benifairó es un ayuntamiento bastante fragmentado, donde tienen representación Compromís, PSPV, PP y EUPV, lo que en otras localidades dificultaría mucho el llegar a acuerdos. En segundo lugar, el Ejecutivo ha pasado toda la legislatura en minoría, por lo que ha tenido que gestionar una situación en la que necesitaba a la oposición para sacar adelante las propuestas más importantes, y lo ha conseguido.

El propio Josep Antoni Alberola, alcalde de la localidad, explicaba a Levante-EMV la clave para lograr esa unanimidad. Todos los presupuestos han sido elaborados de forma consensuada por los cuatro grupos municipales. Las cuentas han incluido aportaciones de todas las formaciones, lo que les ha dado la posibilidad de aportar propuestas que llevaban en sus respectivos programas electorales.

No hay que olvidar que Compromís, con tres concejales, estaba en minoría, ya que no logró cerrar ningún pacto postelectoral con otra formación. Eso, sin embargo, le obligaba a negociar cuestiones puntuales con otras fuerzas de la oposición. Los nacionalistas, lejos de arrinconar a algün rival político, decidieron sentarse con todos desde el principio. Así fue como abrió los presupuestos, que son la hoja de ruta de cualquier gestión institucional, a propuestas de partidos de todos los espectros.

Así, para 2019 el consistorio contará con unas cuentas que ascienden a 2,4 millones de euros. Del total, 946.800 euros estarán destinados a inversiones. Entre los diferentes proyectos destacan 270.000 que previstos para la construcción del nuevo cementerio. Esta infraestructura cuenta con una ayuda de la Diputación de València, pero el consistorio debe aportar su parte. Como publicó este periódico, el camposanto se instalará a más de 500 metros del casco urbano, en unos terrenos ubicados detrás de la ermita que fueron cedidos por particulares para su construcción. Después hay 238.000 euros para la reparación de caminos rurales, un dinero que proviene de ayudas de diferentes administraciones.

Otras partidas importantes son 116.000 para asfaltar la calle Sant Francesc y otras vías, 78.000 para mejoras en la red de agua potable o 34.000 para la adquisición de un vehículo eléctrico para los servicios municipales.