El altiplano en el que se asienta el casco urbano de Barx y la urbanización de la Drova han vuelto a registrar la mayor cantidad de lluvia caída durante el pasado 2018 en la comarca de la Safor. Son alrededor de 1.400 los litros por metro cuadrado registrados en las dos estaciones que ofrecen datos públicos, una en la Drova y otra en la depuradora municipal.

Así, Barx no solo consolida su fama de ser la localidad con mayor pluviometría de la comarca, sino también del resto de la Comunitat Valenciana, donde no es habitual que, de media, se superen el millar de litros por metro cuadrado.

En el pasado 2018 esa zona y la Valldigna se han llevado la palma en cuanto a precipitaciones. Tanto Benifairó como Simat y Tavernes han superado los mil litros por metro cuadrado, si bien el reparto en absoluto es equitativo. Mientras en el casco urbano de Tavernes se acumularon casi 1.300 litros, en la playa esa cifra no alcanzó los 700, prácticamente la mitad.

Gandia y Xeraco han rozado los mil litros, mientras que la zona que menos ha llovido está al sur de la comarca, con casi 750 litros en Oliva. Son, en todo caso, cifras normales para un año pluviométrico en esta comarca, que han contribuido a evitar situaciones de emergencia.

Dos son los aspectos más destacados de este ejercicio pluviométrico en la Safor. Por una parte, que se superan los índices de los dos años anteriores. En 2017 llovió algo por debajo de la media en la comarca, mientras que 2016 se consideró un año muy seco.

La segunda apreciación es que también se van confirmando las previsiones de los expertos climatólogos que estudian los efectos del cambio climático debido al calentamiento global de la tierra. En la Safor se anunciaban situaciones prolongadas de sequía que solo se superarían mediante episodios de lluvias torrenciales potencialmente causantes de desastres y problemas. Así ha sido porque, como recientemente publicó este periódico, de los 1.400 litros caídos en Barx o los 1.200 de Tavernes dos terceras partes han llegado en los últimos meses, con lluvias que han llegado a desbordar barrancos y el río Vaca, causando daños muy importantes en infraestructuras agrarias, fundamentalmente caminos. Sin esas lluvias, que fueron noticia y obligaron a numerosas actuaciones de los servicios de socorro, en 2018 Barx habría recogido apenas 400 litros en otro año muy seco.

Por otra parte, también se puede considerar «normal» la lluvia caída en las comarcas con ríos o barrancos que drenan hacia la Safor. Llutxent, cuyas aguas salen por el río Vernissa, se aproximó a los 700 litros, mientras que l'Orxa, Cocentaina o Alcoi, espacios que alimentan el cauce del Serpis, se situaron entre los 650 y 750 litros. Fruto de esa situación, el embalse de Beniarrés retiene ahora 11,25 hectómetros cúbicos de agua, el 41% de su capacidad total.