No es una novedad porque ya se hace en muchas ciudades, y también lo usa el Ministerio de Hacienda a través de la Oficina del Catastro, pero desde ahora en adelante hacer una obra ilegal en el término de Gandia sin que te pillen va a ser mucho más difícil.

El motivo el dron, dotado con una cámara fotográfica de altísima definición, que se acaba de incorporar al equipo del departamento de Urbanismo, si bien el artilugio también podrá utilizarse para cualquier otro fin que el consistorio considere oportuno.

A modo de demostración, el director de Urbanismo de Gandia, Vicent Mascarell, presentó ayer el dron, que, por motivos de seguridad, apenas se levantó unos metros sobre el suelo de la plaza Major, si bien puede alcanzar una altura de 120 metros.

«Sin duda, nos ayudará la hora de planificar las obras, evaluarlas y también a la hora de acceder a espacios urbanos o rústicos que no estén al alcance del ojo humano», indicó el responsable de Urbanismo, quien también mostró su satisfacción por contar desde ahora con este dispositivo que ha costado 6.000 euros.

Como es obvio, las imágenes que desde ahora captará la cámara de 20 megapíxeles permitirán analizar cualquier actuación que, sobre el terreno, se haya podido realizar y cotejar si cuenta o no con la licencia de obras. Especialmente útil será el dron para cualquier tipo de movimientos de tierra o de actuaciones que afecten al espacio natural.

Mascarell dijo que los últimos datos registrados por la Oficina del Catastro han permitido aflorar más de setecientas obras ilegales en Gandia. Si bien no se trata del municipio con mayor número de infracciones (Oliva tiene casi tres mil), desde ahora también el ayuntamiento realizará sus propias inspecciones para que nadie vulnere las normas.

La planificación de proyectos o el análisis del terreno y la estructura urbana también se incluyen como los servicios que este instrumento puede realizar para el ayuntamiento.