Dos intentos se han producido en la comarca de la Safor para fusionar los cuerpos de las policías locales, uno entre l'Alqueria de la Comtessa y Rafelcofer y otro entre Simat de la Valldigna y Benifairó de la Valldigna. Y en ambos casos el resultado ha sido infructuoso. Cada uno de esos cuatro municipios sigue contando con sus propia Policía Local.

El fracaso de esas negociaciones, que en otras localidades de la comarca se quedaron en un inicial intercambio de impresiones entre los alcaldes, ha llevado a la Generalitat a aprobar modificaciones legislativas y a replantearse esta cuestión, siempre con el objetivo de conseguir que municipios pequeños mejoren sus sistemas de vigilancia públicos compartiendo los policías.

El pasado mes de noviembre el director de Emergencias de la Generalitat, José María Ángel, acudió a la sede de la Mancomunitat de la Safor para explicar esos cambios legislativos, entre los que destacó la nueva Ley de Mancomunidades de la Comunitat Valenciana que, por primera vez, añade la competencia de seguridad y la gestión de la policía local a las agrupaciones de municipios.

Voro Femenía, alcalde de l'Alqueria de la Comtessa y delegado de Mancomunidades en la Diputació de València, señaló ayer a este periódico que, en este aspecto de fusionar policías locales, los alcaldes «no se atreven» y pecan de ser «conservadores».

No obstante, Femenía también reconoce que, al menos hasta el momento, existen muchas dudas sobre la eficacia de esta medida, lo que se une al hecho de que no existen experiencias en la comarca que hayan permitido conocer los resultados.

El alcalde de l'Alqueria recuerda que, para poner en marcha la fusión de su policía local con la de Rafelcofer, se requerían no menos de ocho o nueve agentes para cubrir todos los días y todas las horas, un gasto económico en personal que no todas las localidades pueden asumir.

Como apuntó José María Ángel en su visita a la sede de la Mancomunitat de la Safor, el principal cambio normativo aplicado por la Generalitat consiste en permitir que no solo dos, sino varios municipios cuyos términos municipales sean lindantes, puedan disponer de una única plantilla de policía local y que la gestión de ese servicio quede en manos de la Mancomunitat. Una «policía comarcal», por ponerle nombre, que actuaría en labores de servicio público y de seguridad en una amplia zona.

Aunque la cultura de la «unificación» sigue sin cuajar en la Comunitat Valenciana y en el conjunto de España porque cada municipio defiende con extremo celo su «independencia», Femenía augura que este es un tema que se abordará con más interés de cara a la próxima legislatura.