El Ayuntamiento de Gandia ha recibido una subvención de 30.000 euros dentro del pacto estatal contra la violencia de género que se destinarán, a lo largo del 2019, a charlas y campañas para la prevención. «La obsesión del departamento de Igualdad es la prevención», señala la técnica Esther Vidal. Y en ese plano entra, de lleno la educación.

«La lucha contra la violencia de género es común, de todos, no solo de las víctimas a nivel individual. Es un problema social y político para el que se deben tomar medidas concretas», señala la experta de la Oficina d'Igualtat.

Esas campañas se hacen necesarias porque los tics que acaban derivando en violencia machista, lejos de desaparecer, se acaban adaptando a los tiempos. Lo demuestra la actitud que presentan muchos adolescentes: Control de los móviles, de interacciones de la pareja a través de las redes sociales con otras personas, etc. «Es un fenómeno muy común», comenta la agente. El problema está en que un gran número de jóvenes no identifican estos comportamientos como violencia de género. Por ello, desde el departamento de Igualdad del Ayuntamiento de Gandia llevan a cabo charlas y otro tipo de actividades que ayudan a identificar esas actitudes.

En esas sesiones, las expertas hablan del «Iceberg de la violencia de género». En él, la parte de arriba es la más mediática, la de los casos que ven se de muertes y agresiones, «pero hay otra parte escondida que son las actitudes que fomentan el machismo y los actos psicológicos que más cuestan de identificar», explica Vidal.

En los últimos quince años, en España han muerto 976 mujeres por violencia machista. Estos son cifras oficiales, ya que el Estado no contabiliza muertes de mujeres a manos de hombres que no son pareja como las de Diana Quer o Laura Luelmo.