Investigadores del campus de Gandia de Universitat Politécnica de València (UPV) están estudiando una gestión adecuada de la interacción entre cetáceos y pesca, que permita seguir la recuperación de los delfines al tiempo que promover la actividad pesquera tradicional en el mar Mediterráneo.
Este es el objetivo de la investigación desarrollada por Blanca Feliu para su trabajo final de máster titulado «Estudio y valoración de daños de la interacción entre cetáceos y pesquerías artesanales», dirigido a promover la recuperación de las poblaciones de cetáceos del Mediterráneo.
Feliu, investigadora, graduada en Ciencias Ambientales y Máster en Evaluación y Seguimiento Ambiental en Ecosistemas Marinos y Costeros de la UPV, recuerda que los seres humanos y los delfines «compiten por el mismo recurso, la pesca, y esta competencia dejó de ser un problema porque los seres humanos diezmaron sus poblaciones, ya que en los años 60 se produjeron matanzas de delfines». Desde que estos cetáceos fueron considerados como especie protegida su población se está recuperando, pero este aumento se está convirtiendo en un problema para la pesca artesanal, ya que algunos delfines rompen las redes de los barcos para comerse los peces capturados, según, explica la ambientóloga.
La investigadora ha realizado un trabajo de campo con salidas al mar, gracias a la colaboración de la Cofradía de Pescadores de Gandia, en un área comprendida entre las 15 y 25 millas náuticas del corredor de migración de cetáceos del Mediterráneo, que fue declarada Área Marina Protegida.
Feliu explica que la problemática analizada no se da solo en este área pegada a la Comunitat Valenciana, sino también en la zona noreste de Mallorca, donde se produce «una interacción de delfínidos con las redes de trasmallo del mismo modo que se describen en las costas valencianas».
