La Safor se está convirtiendo, como nunca, en una comarca de acogida para menores que están en régimen de tutela por parte de la Generalitat. Lo corrobora el hecho de que el centro que abrirá en breve en el casarón de la Bonavista del Real de Gandia será el tercero de estas características. Un cuarto, situado en Gandia, se destina a menores acogidos pero sometidos a medidas judiciales.
En Ròtova, gestionado por el grupo el Castillo, ha abierto un centro para menores después de acondicionar el antiguo hotel rural los Pinos, situado junto al cauce del río Vernissa. La apertura, que fue informada a los vecinos cuando la noticia corrió por la localidad, cuenta con el respaldo del ayuntamiento, gobernado por el Partido Popular.
La misma entidad está a punto de poner en marcha en un edificio situado en el centro urbano de Potries otra residencia similar que también ha contado con la aprobación y la información del ayuntamiento, gobernado por Compromís.
En los dos casos, como ahora ocurrirá en el Real de Gandia, el municipio puede beneficiarse con la creación de decenas de puestos de trabajo. El alcalde Gustavo Mascarell señaló ayer que, en esta última localidad, para atender y mantener abierto el centro de menores inmigrantes se requerirán unos 40 profesionales y personal laboral.
