¿Qué balance hace del llamado Govern del Botànic, del que usted forma parte?

Creo, y coincido con mucha gente, que ha realizado una tarea magnífica. Es verdad que hemos podido cometer errores, y el ritmo de consecución de objetivos ha sido más largo del que esperábamos. Pero si comparamos los parámetros actuales con los de hace cuatro años, creo que nadie puede dudar de que ha sido un gobierno eficaz.

¿En qué ha cambiado la Dirección General de Deportes con usted al frente?

Cuando llegamos en 2015, existía un organismo autónomo, el Consejo Valenciano del Deporte, que finalmente se extinguió porque allí se hacía todo de cualquier manera y de una forma muy discrecional. Nos encontramos una Dirección General sin recursos económicos ni humanos, absolutamente desmantelada, con la inercia de otorgar subvenciones pero no de dirigir la política deportiva. La legislación estaba obsoleta, y no se había desarrollado la Ley del Deporte de 2011. Nosotros hemos duplicado el presupuesto destinado al deporte, y ya estamos en la media de inversión por habitante del Estado español, porque cuando llegamos la nuestra era la última comunidad autónoma en la lista. Estamos tramitando una ley y dos decretos que obligarán a las federaciones deportivas a tener más transparencia, códigos de buen gobierno, de funcionamiento más democrático. Por ejemplo, se ha incluido la obligación de que al menos un 40% de los órganos directivos cuenten con presencia femenina. Ya tenemos la normativa más actualizada y contamos con más recursos, aunque aún faltan cosas. Pero hemos trabajado los objetivos estratégicos que teníamos marcados, como el fomento del deporte femenino, el deporte inclusivo, el de base, y el acompañamiento directo y las aportaciones económicas y bonificaciones de beneficios a los deportistas. Sinceramente, creo que necesitamos otra legislatura para redondear ese cambio.

¿Cuál es su balance sobre el trabajo de Més Gandia en el gobierno municipal?

Creo que ha sido muy positivo. También es verdad que puede haber cosas mejorables. Cuando hay una coalición de partidos con ideología diferenciada y no ha habido una dinámica de trabajo previa, pueden haber alguna falta de coordinación, pero no ha sido el caso, no ha habido ningún problema. Han trabajado de forma coordinada y sin ningún tipo de discrepancia, una demostración de la madurez y de la capacidad de llegar a entendimientos cuando hace falta. Y en el 2015 hacía falta. Es cierto que se ha tenido el apoyo externo de otro partido [Ciudadanos] pero Gandia está gobernada por una coalición progresista, que era uno de nuestros objetivos.

¿Usted es partidario de reeditar Més Gandia en las próximas elecciones locales del mes de mayo?

Ese es un debate que está en el seno de las asambleas del Bloc, de Compromís y de Més Gandia. En 2015, lograr la coalición fue una decisión acertada, porque el peligro era muy evidente. Yo estuve absolutamente a favor, y ahora estaría también a favor de reeditar la coalición, pero tienes que partir de la voluntad de todas las partes y analizar las actuales circunstancias. No se puede recrear de manera idéntica lo que pasó en 2015 a lo que se ha de hacer en 2019. A grandes rasgos, a mí no me importaría ir solo, ni reeditar Més Gandia, ni cualquier otra fórmula que facilitara continuar teniendo una presencia del nacionalismo en la ciudad y asegurar la mayoría absoluta de la izquierda. No me importaría cualquiera de las fórmulas.

¿Y cuál es la traba que hay para qué Compromís todavía no se haya decidido? ¿Qué conflicto interno hay?

No hay conflictos internos, sino diferentes maneras de ver la situación. Hay quien cree que ir solos como Compromís garantizaría un mejor resultado electoral, y hay quien cree que no tiene por qué ser exactamente así. Y esto es lo que se está evaluando. Estoy convencido de que la decisión se hará pensando en el interés general y sin ningún tipo de condicionantes.

¿Estaría a favor de que, para evitar la pérdida de votos, Més Gandia incluyera a otros partidos de izquierda que en 2015 se presentaron por separado y no obtuvieron representación? Hablo en concreto de Podemos y Els Verds.

Es una de las posibilidades que hay encima la mesa, hacer una gran coalición con todos los partidos a la izquierda del PSOE. Pero cualquier decisión que se tome, seguro que será meditada y justificada.

¿Qué opina del manifiesto que circula para pedir la unidad de toda la izquierda en una única lista electoral?

Son personas que están preocupadas por lo que puede pasar, y es saludable que gente que no milita en ningún partido se preocupe por la gobernabilidad de la ciudad. Pero cualquiera de las opciones podría estar justificada y bien tomada. Nunca sabremos que pasaría si se tomara otra decisión. Yo pediría a todas las partes generosidad, pero con posicionamientos realistas, y si no hay acuerdo, esto no tendría que ser un obstáculo para que al día siguiente de las elecciones se retomaran las conversaciones para formar un gobierno progresista.

En 2015, Els Verds y Podemos se llevaron un buen puñado de votos, que se perdieron.

Pero 2015 no es 2019. Ni para unos ni para otros.

Bueno, ya no está Torró pero ha aparecido Vox.

Pero Podemos no está en la misma posición que en 2015, el PP tampoco... Cada momento necesita un análisis concreto, y los elementos de análisis son igual de válidos. La asamblea tomará una decisión u otra.

¿Votará a favor de reeditar Més Gandia en la próxima asamblea de Compromís?

Escucharé todas las opiniones e intentaré analizar si las condiciones del acuerdo son las más convenientes, pero ahora no puedo saber qué pasará.

Parece que Alícia Izquierdo irá de número dos. ¿Qué opina?

Me encantaría. Ha demostrado su capacidad de trabajo y bagaje. Creo que se lo merece y para Compromís es un activo que no deberíamos perder.

¿Y qué opina del pacto postelectoral de 2015 entre Més Gandia y PSPV-PSOE?

Creo que ha salido bien, yo creo en la necesidad de la intervención política, según las circunstancias, claro, porque soy partidario de estar en el gobierno siempre que se pueda, porque es así como se transforman las cosas. La política es gobernar y el acuerdo con el PSPV-PSOE en 2015 era imprescindible para gobernar. Yo no haría un balance positivo si Ciudadanos hubiera condicionado las políticas del gobierno local, pero eso no se ha producido, no tengo constancia de ninguna rebaja de objetivos por el apoyo de Ciudadanos.