Una investigación de la Fiscalía Anticorrupción y un juzgado de instrucción de Gandia ha permitido recuperar tres millones de euros de ayudas europeas que una empresa de la Safor cobró de forma indebida mediante la falsificación de facturas. La investigación se inició en 2010 y ha culminado con una sentencia de conformidad en la que han sido condenados tres trabajadores como autores directos de tres delitos de fraude de subvenciones (uno por cada campaña de naranja en la que cobraron ayudas de forma indebida) a tres meses de cárcel. Otros tres trabajadores también han sido condenados a tres meses de prisión como colaboradores necesarios del mismo delito de fraude de subvenciones.
Las penas son tan reducidas porque los seis acusados admitieron los hechos antes del inicio del juicio, por lo que se dictó «in voce» una sentencia de conformidad que después redactó la titular de un juzgado de lo Penal de Gandia. Aunque «lo importante es que se ha podido recuperar el dinero defraudado», destacan fuentes jurídicas. Y que la condena, aunque mínima y que van a poder conmutar por una multa, supone un aviso a navegantes para los seis condenados, que ya cuentan así con antecedentes penales.
La operativa fraudulenta la montó una sociedad limitada ubicada en la carretera Natzaret-Oliva en colaboración con dos sociedades agrarias de transformación (SAT). Los tres acusados principales crearon una cuarta SAT reconocida administrativamente como organización de productores de frutas y hortalizas (OPFH) por resolución del Ministerio de Agricultura en 1997.
La OPFH solicitó desde la fecha de su constitución ayudas financieras con cargo al Fondo europeo de orientación y garantía agraria (Feoga) previstas para «modernizar y mejorar equipamientos y producción», para diversas campañas de transformación de cítricos o en concepto de ayuda por «la entrega a la industria del zumo de la fruta para su transformación, para dar salida a un producto que no tendría cabida en el comercio de la fruta en fresco».
La trampa residió, según investigó la Fiscalía Anticorrupción y declaró probado un juzgado de lo penal de Gandia, en que «para obtener estas ayudas se incluyó en la documentación justificativa a una serie de socios cuyas parcelas no estaban incluidas en el listado de efectivos» de la SAT. Y otra documentación de los socios que justificaban la entrega de fruta que, «en relación con las superficies de cultivo declaradas suponían un rendimiento anormalmente elevado en función de la superficie de cultivo». También se presentaron, según se ha declarado probado, «albaranes y facturas de adquisición de materia prima a productores no socios para mezclarla con la de los socios, con el fin de incrementar la cantidad de fruta declarada como producida para aumentar la cuantía de la ayuda financiera comunitaria». Gracias a esta mecánica, la OPFH logró 1.021.689 euros en la campaña citrícola de 2004-2005, otros 968.754 euros en la de 2005-2006 y 917.152 euros en la de 2006-2007. Todas conseguidas de forma irregular.
El servicio de inspección detectó las irregularidades cometidas por los responsables de esta empresa citrícola por lo que la Agencia Valenciana de Fomento y Garantía Agraria de la Conselleria de Agricultura abrió tres expedientes administrativos para recuperar las ayudas obtenidas de forma fraudulenta entre 2008 y 2009. Los responsables de la OPFH de la Safor llegaron a pleitear por la vía contencioso-administrativa para no tener que devolver el dinero. Sin embargo, la investigación penal iniciada en 2010 sí que ha permitido que reintegraran los tres millones de euros y desarticular la trama organizada para cobrar indebidamente las ayudas.
