Un establecimiento de aparatos de telefonía móvil fue asaltado en la madrugada de ayer en plena calle Major de Gandia, la principal arteria comercial de la capital de la Safor.

Según diversas fuentes, se trata de un robo cometido de forma muy rápida. Los autores, seguramente varias personas, arrancaron la persiana y posteriormente rompieron la cristalera con un objeto contundente, posiblemente, a tenor de los impactos que se apreciaban en la misma, con una maza.

La Policía Nacional tuvo que vigilar la tienda toda la noche del domingo al lunes para evitar que fuera desvalijada, y a primera hora de la mañana llamó la atención este suceso a decenas de transeúntes que circulan por esa calle.

No ha trascendido la totalidad del botín, pero de los escaparates desaparecieron numerosos aparatos, valorados en centenares de euros. Testigos de los hechos indicaron que la alarma saltó, pero la acción resultó tan rápida que los cacos salieron corriendo con su botín antes de que llegara alguien para impedirlo.

El hecho ha vuelto a causar preocupación entre los comerciantes del área del Centre Històric de Gandia, especialmente entre aquellos que exhiben productos que son caros. En algunos lugares sus propietarios retiran cada noche los considerados de mayor valor para que no llamen la atención de los cacos y, en su caso, que estén protegidos si se produce un robo.

Precisamente hace unos días el presidente de la Cooperativa Comercial Centre Històric de Gandia, Pedro Izquierdo, señalaba en una entrevista que no descarta que la entidad pida permiso para instalar cámaras de videovigilancia en algunas calles. Primero para disuadir a quienes tratan de asaltar o de robar en establecimientos y, en segundo lugar, para facilitar la labor de la policía e identificar a los autores en el caso de que se produzcan.

Aun así, son muchas las tiendas de Gandia que, por el valor de los artículos que venden, ya disponen de esa videovigilancia, y es lo primero que pide la policía para iniciar las investigaciones.