Para entender un conflicto no hay nada mejor que ponerse en la piel de las personas que lo sufren. Y para sensibilizarse en la necesidad de que se resuelva, tampoco hay nada mejor que compartir los deseos y las esperanzas de esas víctimas involuntarias que la historia arroja al sufrimiento y al olvido.

Ambos conceptos, conflicto y esperanza, integran el argumento central de Amal, Vacances en Pau, un documental realizado por dos gandienses que tiene como eje central la irresuelta descolonización del territorio en el que habita el pueblo saharaui. Esa fea mancha que España dejó cuando se retiró de aquella antigua colonia, abandonando a miles de personas que enseguida fueron sometidas a un nuevo régimen, el de Marruecos, al que no reconocen y del que, al menos una parte importante, pide independizarse.

Blanca Martínez y Ana Gausach están en la Comisión de Cooperación del campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València y recibieron un singular encargo de la Associació Comarcal d'Ajuda al Poble Sahrauí de la Safor (Acaps). Esta entidad quería visibilizar y difundir su programa Vacances en Pau, en el que, desde hace décadas, niños y niñas de los campos de refugiados de Tinduf permanecen en España durante varios meses del verano. Además de relacionarse con otras culturas y huir del intenso calor del desierto, un acuerdo con el Gobierno español proporciona a los jóvenes saharauis una asistencia sanitaria de la que carecen en sus lugares de origen.

Blanca y Ana optaron por centrarse en Amal, una niña de 11 años, porque habla bien el español y porque vieron en ella «una chica dinámica» que dispone de familia de acogida en la localidad de Piles.

Coincidiendo con los promotores del documental, las dos directoras y realizadoras no se conformaron con ese espejismo de las «vacances en pau» en la Safor. Como la asociación Acaps quería relacionar estas estancias en municipios valencianos con la vida en el desierto, optaron por desplazarse a Tinduf, hablar con su familia, captar la dureza de los campos de refugiados y trasladar a la filmación los sentimientos de quienes, desde hace años, esperan que algún día puedan regresar a la tierra de la que tuvieron que salir.

En dialecto hasaní, el que se habla en Tinduf, el nombre de la protagonista, Amal, significa esperanza, y esa es una de las constantes que la niña traslada en sus conversaciones y en sus gestos. Blanca Martínez explica que el documental no elude el conflicto del pueblo saharaui, algo que Amal no solo ya entiende, sino que sabe que se trata de un tema delicado.

Un trabajo para una pregunta

Durante diez días del pasado mes de septiembre, Amal, sus padres y sus tres hermanos, junto a otros habitantes de Tinduf, protagonizaron este trabajo. «El documental responde a la pregunta de por qué es necesario el programa Vacances en Pau», indica Martínez, quien explica que la grabación alterna imágenes tomadas en la Safor y en Tinduf justamente para contraponer lo que, a todas luces, son dos mundos diferentes.

«Nosotras hemos pretendido captar la atención de lo que sucede trasladando la emoción de los protagonistas del documental», añade. Por eso a lo largo de la proyección, que dura quince minutos, aparecen niños jugando a fútbol sin zapatos y otros aspectos de la dureza de las condiciones de vida en un desierto, olvidados por la inmensa mayoría de la humanidad. Y también se recoge la ternura de la propia Amal confesando que, de mayor, le gustaría ser maestra de niños. Ese sería un deseo «normal» en esta parte de Europa, pero una meta casi imposible en aquellos campos de refugiados.

«Nos pidieron que el documental no fuera muy largo porque Acaps quiere aprovechar para difundirlo en sus actos», señala Blanca Martínez. Y es así como Amal, vacances en pau lleva camino de convertirse en otra de las bellas armas de esta asociación comarcal para conseguir dos objetivos: el de la solidaridad con quienes allí sufren esta injusta situación y el de responder a la esperanza de que alguien, algún día aplique una solución democrática y pacífica a las aspiraciones del pueblo saharaui.