c omo un camino en otoño, tan pronto como se barre, vuelve a llenarse de hojas secas (aforismos, visiones y sueños, de F. Kafka). Así somos los jubilados. No podrán «barrer» nuestras inquietudes y nuestras justas reivindicaciones porque tenemos la fuerza de la razón y el poder de nuestros votos.

Estamos cansados de mentiras, de promesas, de 0,25%, de no es posible, qué más querría yo, de no hay dinero...

No pedimos nada, no mendigamos nada. Exigimos lo que nos corresponde en nombre de nuestros hijos y de nosotros mismos. Hemos trabajado toda una vida con los condicionantes que nos ha impuesto los diferentes gobiernos.

Y ahora nos decís que no hay dinero, ahora que habéis saqueado la hucha de las pensiones, ahora que habéis hecho una reforma laboral, que condena a nuestros hijos y nietos casi a la mendicidad.

Es la primera vez que existen trabajadores en el umbral de la pobreza. ¿Ese es vuestro logro social? No habéis garantizado un estado del bienestar para todos los ciudadanos, que estáis conscientemente debilitando, deteriorando con el objetivo último (que no os atrevéis a decir) de privatizar. De dar a los especuladores nuestra salud, nuestros ahorros y el futuro de las próximas generaciones.

Y eso no, eso no lo vamos a consentir. Nosotros, los jubilados y pensionistas de ahora, somos los mismos que avalamos los cambios en Europa en Mayo del 68.

Vosotros, políticos de las puertas giratorias, vosotros los cachorros de los partidos que no habéis trabajado en la vida, que tenéis diplomas y másters concedidos graciosamente a cambio de prebendas a ciertos catedráticos y centros de estudios, os atrevéis a decir que no hay dinero para pensiones, que somos un lujo, que el país no se puede permitir.

Vuestros voceros se atreven a decir que la Sanidad tiene que pagársela cada ciudadano. Que no hay dinero para nosotros, pero sí para que os pongáis sueldos espectaculares, para que os otorguéis planes de pensiones, para aseguraros vuestro futuro. Ineptos

Vosotros creéis que la pobreza es una ley de la naturaleza, que forma parte de la ley natural, que es una verdad incontestable, y queréis volver a la caridad, robándonos nuestros derechos.

Recordad la frase de John F. Kennedy, «Si una sociedad libre no puede ayudar a sus muchos pobres, tampoco podrá salvar a sus pocos ricos».

La políticas neoliberales que habéis abrazado con pasión, y que están asolando Europa, empiezan a resquebrajarse, con los Chalecos Amarillos en Francia, las manifestaciones de los jóvenes en distintas capitales europeas contra el cambio climático al que nos estáis abocando con vuestras nefastas políticas.

Ya está bien. Mane, Tecel, Fares, escribió una mano en las paredes del Palacio del corrupto Rey de Babilonia, «Baltasar, tus días están contados».

Vosotros también tenéis vuestros días de vino y rosa contados. Nosotros los jubilados y pensionistas, defendiendo nuestro país y a nuestros conciudadanos os decimos que el tiempo de la mentira, de las políticas neoliberales y de la corrupción ya terminó.

No contáis ni contaréis con nuestros votos. Hemos despertado de nuestra pesadilla y sabemos, como decía Martin Luter King, que «la máxima tragedia no es la opresión y crueldad de las malas personas, sino el silencio de la buena gente».

Estamos todos convocados por la Asociación de Jubilados y Pensionistas de la Safor, el primer lunes de cada mes, a la concentración en la plaza del Ayuntamiento a las 12 horas. Este lunes día 4 de marzo os esperamos, porque tenemos la fuerza de la razón.