Votar se va a convertir en un gesto más habitual de lo normal durante los próximos meses. La convocatoria de elecciones de las generales y las autonómicas previstas para el 28 de abril se suman a las que un mes después se realizarán para conocer la nueva configuración de los ayuntamientos y las europeas, el 26 de mayo. En el caso de Gandia, especialmente para los que sean falleros o falleras, en esas fechas, además de recibir los folletos con los programas electorales de los diferentes partidos y de ir hallando en las redes sociales los lemas, fotografías y mensajes de los candidatos, tendrán que pensar también a quién eligen como presidente o presidenta de la Federació de Falles.

La casualidad ha querido que el año en que más elecciones coinciden juntas y justo en los mismos meses en los que se concentran todas ellas, el colectivo fallero de la ciudad tenga que decidir también quién rige los designios de la fiesta para los siguientes cuatro años. Tras las próximas fiestas acaba el mandato del actual presidente, Telmo Gadea. Él ya fue elegido en 2015 mediante un proceso histórico: Una votación en la que, por primera vez, participaron todas las falleras y falleros de la ciudad que tengan 18 años cumplidos en el momento de la votación.

En la asamblea que tuvo lugar la noche del pasado martes, las comisiones de la ciudad decidieron que la fecha del segundo Congrés Faller y las elecciones para elegir presidente serán el 30 y 31 de marzo, apenas diez días después de que finalicen las fiestas.

Según el reglamento, el congreso debe convocarse en los treinta días siguientes a las fiestas falleras. El presidente de la Federació de Falles, Telmo Gadea, propuso que tuviera lugar el fin de semana del 6 y el 7 de abril, el primero de ese mes. Los miembros de la asamblea, sin embargo, decidieron adelantarlo al anterior, por lo que el 31 de marzo todo el colectivo fallero podrá decidir quién es su presidente o presidenta, si es que hay más de una candidatura.

Se puede dar el caso, sin embargo, de que finalmente no haya más que una lista que opte al mandato, en tanto que Gadea ya ha anunciado su intención de repetir. Entonces no habría que votar ni tampoco captación de apoyos, como es lógico.

Tres meses de campaña

En todo caso, la campaña por conseguir los votos del colectivo fallero casi coincidirá con la que lleven a cabo los partidos para las generales y autonómicas. A las puertas de que la ciudad se llene de mítines y actos bajo siglas de derechas e izquierdas, los interesados en dirigir el colectivo más grande de toda la ciudad, estarán también visitando los casales presentando sus proyectos y pidiendo el voto para sus candidaturas.

El único precedente que existe en la ciudad de sufragio universal para elegir al presidente de la Federació de Falles fue hace cuatro años cuando el actual máximo representante de la entidad, Telmo Gadea, se impuso a otro candidato, Pep Grimal, del Grau.

En aquella ocasión estaban llamados a las urnas falleras 2.000 miembros censados en las 23 comisiones de la ciudad, todos los mayores de edad, de los que fueron a participar algo más de 1.200. Gadea se impuso con 758 votos a su favor, el 61%, por los 459 que apoyaron la lista de Grimal. Y es que los dos se presentaron ya con sus equipos configurados, aunque los miembros de la ejecutiva han ido cambiando a lo largo del mandato.

Cuatro años antes, en 2011, también hubo elecciones, aunque en ese caso solo votaba un representante por falla, los presidentes o presidentas. En aquella ocasión Pep Lloret hijo se impuso a Paco Sanchis, quien había ostentado el cargo de forma interina la última parte del ejercicio debido a que Jesús Garcia dimitió para poder concurrir en la lista del PSPV en las elecciones de aquel mismo año. Lloret no pudo acabar su mandato porque falleció a pocas semanas de las fiestas falleras y le sustituyó Joaquín Barber, quien era su vicepresidente.