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La Valldigna es más que Tavernes

La Mancomunitat, de la que salió su mayor municipio, sigue adelante y amplía servicios

La Valldigna es más que Tavernes

Cuando hace ya más de un año el Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna anunció que abandonaba la Mancomunitat de la Valldigna, muchos pensaron que esa institución corría el peligro de desaparecer. No en vano, de los cuatro municipios que la integraban, era el de mayor envergadura y, por lo tanto, aportaba la mayor parte del dinero para su funcionamiento.

Pero Barx, Benifairó y Simat, los tres pequeños pueblos que se quedaron sin la «capital», no solo se conjuraron para mantener la Mancomunitat, sino que, desde entonces, han dado muestras querer asumir nuevas responsabilidades y servicios.

La pasada semana el alcalde de Benifairó, Josep Antoni Alberola, el de Barx, Miguel Donet, y el presidente de la Mancomunitat y concejal en Simat, Vicent Ribera, anunciaron la compra de maquinaria para las brigadas municipales de esos tres municipios que, disgustados con la decisión tomada por Tavernes, optaron por seguir adelante por considerar que desde la Mancomunitat, reduciendo costes, se pueden gestionar servicios que benefician a las tres localidades.

En concreto, lo que Alberola, Donet y Ribera anunciaron es la compra de dos máquinas trituradoras de poda para Barx y Benifairó que convertirán los restos vegetales en abono y aprovecharlo para sus zonas verdes.

Para Simat lo que se ha comprado es una grúa elevadora que facilitará los trabajos en altura, evitando que se tenga que alquilar cada vez que se precisa esta maquinaria. En breve se adquirirán otras dos elevadoras, para Barx y Benifairó, y un vehículo eléctrico para la brigada de obras de Simat.

Los tres responsables de la Mancomunitat señalaron en la presentación de esta maquinaria que, a pocos días de la celebración de la Diada de la Valldigna que tiene lugar cada 15 de marzo, «los pueblos mancomunados muestran su satisfacción por el actual funcionamiento de la Mancomunitat y el trabajo que se está haciendo». Aunque en ese comunicado no hay referencia alguna a Tavernes, por aquello de mantener buenas relaciones entre municipios vecinos, es evidente que sus palabras destilan un trasfondo. Puede haber Mancomunitat de la Valldigna sin Tavernes.

Otro ejemplo en la Safor

Algo similar se puede decir de la Mancomunitat de la Safor. Cuando hace seis años el Ayuntamiento de Gandia, entonces gobernado por el PP, anunció que abandonaba ese organismo hubo voces que pusieron en duda que el organismo pudiese subsistir.

Desde entonces, y pese a que Gandia sigue sin integrarse, la Mancomunitat de la Safor ha mostrado su dinamismo, ha fortalecido el objetivo de prestar servicios esenciales a la población y ha ejercido un papel alejado del enfrentamiento político para buscar el bien común. Uno de los mejores ejemplos se dio hace unos días, cuando el presidente y los dos vicepresidentes, Tomàs Ferrandis, José Víctor Escrivà y Pep Mascarell, anunciaron la construcción de un nuevo edificio para Centre de Desenvolupament Infantil i Estimulació Precoç (Cediap), y así atender en condiciones dignas a los más de cien usuarios de ese servicio esencial.

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