Las Falleras Mayores de Gandia volvieron a repartir ayer alegría a los colectivos más desfavorecidos de la comarca. La visita al preventorio infantil Nuestra Señora del Amparo, del Real de Gandia y al Centro de Acogida San Francisco de Assís, de Palma, no es una de tantas visitas que las máximas representantes falleras de la ciudad realizan, sino que son, sin lugar a dudas las más entrañables y especiales. Cuando llegan son recibidas como lo que son, auténticas reinas. Tanto ellas como sus cortes de honor, además, sienten el cariño que les entregan tanto las niñas y los niños del preventorio, como los enfermos del centro de acogida.

En la escuela, como es habitual, pudieron jugar y bailar durante un rato con los más pequeños al ritmo de la música de la charanga que las acompañaba. Fueron recibidas con todos los honores y una niña portaba un cartel donde se podía leer: «Visca les Falles».

Las Falleras Mayores, posteriormente, entregaron un regalo a cada una de las niñas y cada uno de los niños del preventorio en el salón de actos. Cada vez que van, a las reinas y sus acompañantes les cuesta despedirse. Reciben abrazos, besos, caricias e innumerables muestras de cariño.

La siguiente parada, el Centro de Acogida San Francisco de Assís no fue menos calurosa. Los residentes vivieron unos momentos muy especiales. Tanto, que incluso uno de ellos, de forma totalmente espontánea, se arrancó a cantar para todas ellas, a capela, el tema América, de Nino Bravo.

La tarde acabó con la tradicional visita al cuartel de la Guardia Civil. El año pasado se tuvo que realizar este acto en el Centre Social de Corea por las obras en el acuartelamiento, que este 2019 ya pudo acoger el acto, concretamente en el patio. Laura y Júlia entregaron a los agentes un Foc i Flama y una foto de ambas, mientras que ellas también recibieron un presente por parte del cuerpo. Posteriormente se les ofreció un vino de honor.

Por la mañana, las Falleras Mayores de Gandia visitaron la comisaría de la Policía Nacional de Gandia, donde, entre otros aspectos, pudieron conocer cómo trabajan los agentes y la galería de tiro. Antes habían hecho lo propio en la central de la Policía Local, donde el jefe, Marc Cuesta, les hizo un «tour» por el edificio, mostrándoles el trabajo interno del cuerpo.