Abandonada durante décadas y objeto de actos vandálicos que ha acelerado su deterioro, la ermita de Sant Miquel Arcàngel de la Font d'en Carròs acaba de entrar en un proceso de restauración que permitirá, según estiman los responsables municipales, convertirla en un contenedor de actos culturales y sociales. Y, lógicamente, también devolverla al conjunto de la ciudadanía.

Este bello edificio, catalogado como Bien de Relevancia Local, constituye, por sí solo, todo un referente. En primer lugar, se trata de una construcción que, según las investigaciones realizadas por Francesc Ferrer Pastor y Francisco Peiró, se levantó a finales del siglo XVI. En segundo lugar, situarse allí compensa la excursión porque ofrece amables vistas de la llanura existente entre Oliva y Gandia, y también hacia las montañas. Y, en tercer lugar, se trata de una pequeña extensión de la Font d'en Carròs dentro del término de l'Alqueria de la Comtessa. «La ermita es propiedad y jurisdicción de la Font», señala Francisco Peiró. Además, se sitúa en un espacio compartido por la Font, Rafelcofer y l'Alqueria que los tres ayuntamientos quieren que se declare Paraje Natural Municipal.

El alcalde fontero, Pablo Puig, explica que las obras que se han iniciado ahora surgen de una subvención de la Diputació de València del año 2016. El ente provincial pone 65.000 euros y el ayuntamiento los restantes 15.000. Con ese dinero se acomete la rehabilitación integral del edificio, tanto en su aspecto interior como exterior, una labor que lleva a cabo la empresa Construcciones Bañuls, empresa especializada en restaurar patrimonio histórico.

Durante los próximos cuatro meses se renovará el tejado, el forjado interior de madera, el piso de la nave y las paredes. También se colocarán ventanas y una puerta de madera, sustituyendo la actual, de hierro, que afea el inmueble. En las paredes se harán catas para intentar sacar las pinturas situadas bajo la capa chamuscada a consecuencia de las fogatas que, durante años, han realizado en su interior personas sin el más mínimo respeto al patrimonio.

Romería en septiembre

El alcalde fontero señala que, una vez finalicen las obras, lo importante será conseguir que tenga un uso cultural y social más o menos estable. Para ello ya ha hablado con los alcaldes de l'Alqueria y de Rafelcofer, los municipios más cercanos al edificio y, entre los tres, programar actividades. Entre estas seguro que se mantendrá, e incluso se intentará reforzar, la romería que vecinos de esos tres municipios realizan el último domingo de septiembre, coincidiendo con la festividad de Sant Miquel, que recae el 29 de ese mes. La fiesta incluye misa, esmorzar en sus alrededores y alguna actividad de animación cultural.

Francisco Peiró cuenta que, después de la guerra civil, los «meleros» de la Font d'en Carròs regalaron una imagen del arcángel Sant Miquel que, en años posteriores, fue robada y nunca más apareció. Tampoco se encontró la campana colocada en la espadaña del pequeño templo.

Ante tanto vandalismo, ayora el Ayuntamiento de la Font d'en Carròs confía que, cuando la ermita recobre su esplendor, haya más respeto hacia un elemento singular que forma parte del patrimonio de todos.