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«Hay personas por su estilo de vida que son más budistas que nosotros»

El guía espiritual budista ofreció ayer una conferencia en Gandia organizada por la asociación cultural Hypatia

Se presenta con sus hábitos de color azafrán a la cita, que tiene lugar en los jardines de Fomento junto a cañas de bambú y un estanque de peces «guppy». Le acompaña otro lama -guía espiritual de los budistas-, llamado Champa, que es director del centro budista de Gandia, un lugar de meditación ubicado en la calle Josep de Ribera, 5. Todo ello, y en una mañana soleada, le da un cierto toque zen a la entrevista.

Nyari Tritul Rimpoché (42 años) nació en un campamento de refugiados tibetanos al sur de la India, cerca de Goa, donde habían llegado sus padres huyendo de la invasión china. En 1980, con apenas 4 años, fue reconocido por el actual dalái lama como la reencarnación del 89º lama Gaden Tripa. Así que, siguiendo la costumbre, fue entronizado y al año siguiente recluido en un monasterio donde pasó 19 años de su vida, entre 1981 y el año 2000. Allí convivió con otros monjes y completó sus estudios de budismo.

Más tarde recibió el encargo de desplazarse a España y desde el año 2004 vive en Sevilla, donde es residente del Centro Chakrasamvara, en el que imparte sus enseñanzas. Habla un perfecto español, que aprendió en Sevilla. Ayer ofreció una conferencia en Fomento, organizada por la asociación cultural Hypatia.

Pasó casi 20 años de su infancia y adolescencia en un monasterio. ¿Cómo fue aquella época?

Fue una época estricta, pero una de las mejores de mi vida. Mi maestro fue como mi padre y los monjes como mis hermanos. Para mis padres fue una mezcla de orgullo por entregarme al monasterio, pero también de tristeza, aunque los pude ir viendo de vez en cuando. La vida en el monasterio era dura para un niño, porque nos levantábamos a las 5.30 h de la mañana y nos acostábamos a las doce de la noche. Pero allí me enseñaron, además del budismo y estudios generales, a considerar mi familia y mis amigos a aquellas personas que me acompañen, me encuentre donde me encuentre.

¿Por qué vino a España?

Anteriormente, en el año 2002, estuve en Corea del Sur y un día mi maestro me encomendó esta misión de irme a España. Aquí comprobé que muchas personas de los países desarrollados, a pesar de tener una gran cantidad de cosas materiales, se sienten vacías, insatisfechas, y con una gran inseguridad. Viven pensando demasiado en tener éxito material.

El budismo está orientado a encarar la vida con optimismo y ser compasivo con los demás.

Efectivamente, nos invita a tener un pensamiento positivo y a ejercitar la mente en el plano psicológico, las emociones, y la búsqueda interior, algo que quizá se ha cultivado más en las culturas milenarias de Oriente que en las de Occidente. En el budismo la persona es como un diamante que debe ser pulido para brillar.

¿Condiciona la práctica del budismo algunos aspectos de la vida cotidiana? ¿Hay normas?

En realidad, más que normas, tenemos una ética moral. Los monjes guardan celibato, pero los laicos, no. Pero no hay prohibiciones sistematizadas, es una filosofía orientada a procurar el bienestar para las personas.

¿Qué lugar ocupa la mujer en el budismo?

El budismo considera a la mujer con las mismas capacidades que el hombre. Buda fue el primera maestro que fundó un convento de monjas. También hay mujeres lamas y maestras desde hace muchos años. El feminismo es compatible con el budismo.

¿Cuántos budistas hay aproximadamente en España?

Es difícil concretarlo, pero pensamos que son 50.000 creyentes. Desde la Fundación Chusuptsang coordinamos a centros budistas en toda España, y tenemos proyectada la construcción de un monasterio en Ourense, con una gran biblioteca donde encontrar textos budistas de todas las escuelas. Es un número que está creciendo, a parte, creo que en las sociedades occidentales hay muchas personas que no se identifican como budistas, pero son más budistas que los propios budistas.

¿Le molesta que se adopte el budismo como una moda, o como parte de la cultura pop?

Creo que esa moda siempre ha existido. Personalmente no me molesta, porque puede despertar el interés hacia el budismo, porque la gente valora la paz, la armonía y el bienestar, algo que nos hace mucha falta.

¿Y cómo ve la convivencia entre budistas y católicos aquí en España? Usted, por ejemplo, viene de Sevilla, donde en unos días la Semana Santa lo inundará todo...

Muy buena. Yo tengo mucha admiración por la tradición judeocristiana, me rodean muchas personas con orígenes católicos, y es una creencia ancestral que hay que respetar, porque también enseña a ser bondadosos. El propio dalái lama ha abogado en muchas ocasiones por el diálogo entre las religiones. Tenemos fe a Buda, pero respetemos a todas las religiones.

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