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Cuando Ada Ares se convirtió en hada

Adad, con el Rey en ARCO de Madrid.

en la primavera de 1998, gracias a la ayuda impagable de varios amigos, pude montar la presentación de mi novela El Rey del Azúcar en el patio de armas del Palacio Ducal de Gandia. Con un lleno absoluto, el público se lo pasó en grande viendo al Cardenal Primado de Cuba acompañado de su acólito llevándole el hisopo ( Ximo Vidal y su hijo Teo). Le seguían un imponente coro de cubanas, a cual más bella, que bajaban las escalinatas portando antorchas y cantando el Veni Creator (El grupo juvenil de la Hermandad de la Santa Cena Viviente de Santa Ana). A continuación, tras un redoble de timbales, se abrió la puerta principal de Palacio y entró una lujosa carroza tirada por cuatro caballos alazanes. De ella bajaron el Gobernador de La Habana y su encantadora esposa ( Amparo Martínez y Santi Gomar). Sobre el escenario, un soberbio piano de cola donde Ada Alonso Fernández, bellísima cubana de piel nacarada nacida en Cienfuegos, interpretaba El Danzón de las Cañas de Azúcar, que bailaban Sonsoles Borja y las alumnas de su escuela de danza.

La hija de la pianista, Ada Ares Alonso, contemplaba el maravilloso espectáculo desde una ventana del Salón de Águilas. No podía ser ajena a tanta magia cubana que sucedía en aquel emblemático lugar. Y de pronto comenzó a sentir una fuerza especial, como los dos polos de un imán que, con el paso del tiempo, la convirtieron en un hada prodigiosa dotada de extraordinarios poderes.

Como ocurre con todas las hadas, Ada es una criatura bondadosa, amable y simpática. Me recibe en su casa ofreciéndome un mojito cubano de los que tomaba Ernest Heminway en la Bodeguita del Medio. Ella se sirve otro y comienza a contarme:

-Me llamo Ada Ares Alonso, nací en Lugo, de padre gallego y madre cubana. Soy gandiense de adopción desde los 6 años.

Me ofrece un excelente Montecristo, que no desprecio, y tras saborear el delicioso aroma del habano, le pregunto:

-¿Es cierto que has expuesto en ARCO?.

-Sí, entré en ARCO por la puerta principal, armada con cinta de doble cara, tijeras Roma y 8 obras de mi nueva serie Pato-Logia. Lo hice burlando la seguridad, policía, guardas jurados, escáneres y demás. Y fue así como expuse en ARCO 2019, en los cuartos de baño.

La miro asombrada y ella prosigue. -Pero no en unos cualquiera, eran los cuartos de baño de ARCO, lujosos, perfumados e iluminados, desde donde todo el mundo pudo ver mi obra muy de cerca y con una gran intimidad.

-Estoy seguro de que tus cuadros, por su carácter curativo de las patologías, ayudarían a regular las funciones fisiológicas de los visitantes.

- Sí, sí. Por supuesto. Después de ver mis pinturas la gente salía del baño sonriente y relajada. El éxito fue total y logré vender toda la obra.

En los ojos de esta singular hada brilla la alegría y, con Cienfuegos en el corazón, pienso que debe enamorar a los hombres con gran facilidad. Como adivinando mi pensamiento, dice:

-Me he casado tres veces y divorciado dos, tengo un hijo del primero, otro del segundo y un perro del tercero.

-Siempre he pensado que las hadas sois seres prodigiosos, hasta para el amor. Pero me gustaría preguntarte cómo desarrollaste el sentido musical que has heredado de tu madre.

-Fue en 1999, al año siguiente de ver la presentación de El Rey del Azúcar. Entonces abrí la escuela «Mi Primera Música» para niños entre 2 y 8 años. Pero al comienzo de la crisis la cerré y me dediqué a diferentes trabajos, como vendedora de aspiradoras, encajadora de naranjas, camarera, señora de la limpieza, vendedora de figatells en una caravana, cuidadora de niños, fundé «Castañuelas Sin Fronteras»? Ahora me dedico en cuerpo y alma al mundo del arte, que es lo que siempre me ha gustado porque lo llevo en la sangre.

Finalizados el mojito y el veguero de Vuelta Abajo, le pregunto:

-¿Y que vas a ofrecer esta tarde? -Hoy, a las 19.30 de la tarde, inauguro mi primera exposición en solitario, en la biblioteca central de Gandia, plaza Rey Don Jaime (Plaza de los Palomitos). Lleva por título PATO-LOGIAS, está toda basada en patologías sociales y realizada con patitos de plástico. Espero que les guste, ya que cada cuadro lleva un pedacito de mí y de la sociedad en que vivimos. Y no lo duden, un pedacito de ustedes también. Espero que la disfruten.

Acaban de llegar a la casa el perro, los hijos y el marido de Ada. Creo que es el momento adecuado para despedirme de tan maravillosa hada. Y les recomiendo a ustedes que no se pierdan la exposición.

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