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Gandia aprueba desbloquear las obras de dos urbanizaciones paralizadas hace una década

? El ayuntamiento remite el proceso del área del hospital comarcal al Consell Jurídic Consultiu al augurar un conflicto judicial ? En Rafalcaid se acepta la decisión de los vecinos que participaron en la primera consulta urbanística realizada en la ciudad

Gandia aprueba desbloquear las obras de dos urbanizaciones paralizadas hace una década

El Ayuntamiento de Gandia acaba de dar el visto bueno al trámite de dos procesos administrativos dirigidos a concluir las obras de sendas urbanizaciones fallidas que llevan cerca de una década paralizadas y que están generando muchos problemas a los propietarios de las parcelas. Se trata, por una parte, de la gran urbanización de Sanxo Llop, donde se sitúa el hospital comarcal, y la del sector de Marenys de Rafalcaid. La primera es un área industrial de 470.000 metros cuadrados y la segunda suelo residencial con 220 parcelas sobre unos cincuenta mil metros cuadrados entre el mar, el cauce del río Serpis y el término municipal de Daimús. Las dos, además, han resultado un quebradero de cabeza para los distintos gobiernos locales que han intentado desbloquear los procesos para que las obras continuaran y finalizaran.

El caso de Sanxo Llop el más complejo. El Gobierno local, que ha dado tres prórrogas al promotor del polígono, se ha hartado de los incumplimientos y ha resuelto recuperar la gestión para convertirse en agente urbanizador. Pero la empresa afectada presentó alegaciones al considerar que le causa un perjuicio, lo que augura un litigio judicial que puede extenderse durante años.

Por ese motivo, el Gobierno local, que quiere asegurar la legalidad de todas sus actuaciones, acaba de remitir su plan de actuaciones al Consell Jurídic Consultiu de la Comunitat Valenciana para que emita dictamen y, como se espera, permita al ayuntamiento gestionar directamente la finalización de las obras. Si la respuesta es positiva, considerará avalada su acción y, a partir de ese momento, deberá determinar cómo pone los cerca de diez millones de euros que faltan para concluir la urbanización.

La inversión total prevista hace doce años era de 35 millones, una cifra que no ha podido completarse nunca porque, entre otros motivos, el estallido de la burbuja inmobiliaria arrastró a la baja el valor de las propiedades. Hoy un solar en esa zona puede llegar a costar la mitad que en 2007, y ese desequilibrio llevó a los propietarios a preferir pagar las cuotas de urbanización «en suelo» antes que en dinero, lo que impidió reunir el capital necesario para las obras.

El Gobierno local interpreta que terminar el polígono de Sanxo Llop es una actuación estratégica porque allí se pueden implantar empresas de todo tipo, lo que fomenta la posibilidad de atraer inversiones a la ciudad. También permitirá construir la subestación que Red Eléctrica de España ya está tramitando en esa zona, con una inversión de varios millones de euros, y así incrementar la potencia eléctrica no solo en esta zona de Gandia, sino en todo el sur de la Safor, incluyendo áreas industriales de l'Alqueria de la Comtessa, Villalonga y Oliva, donde ahora no pueden darse licencias de obra y actividad al no disponer de la suficiente capacidad energética.

Rafalcaid: una decisión vecinal

Por su parte, en el sector de Marenys de Rafalcaid, cuyo proceso para ejecutar las obras que faltan también se desbloqueó la semana pasada, lo que el ayuntamiento ha hecho es aceptar la decisión que adoptaron los vecinos y propietarios de terrenos. A propuesta municipal, se realizó la primera consulta urbanística y, del centenar de participantes, la mayoría votó sí a pagar 4 euros por metro cuadrado para terminar la urbanización. El pacto incluye que ese dinero se pague solo cuando hayan concluido los trabajos y las actuales parcelas, donde no se puede construir, se puedan considerar como solares urbanos. En este momento tampoco se pueden hacer reformas de obra mayor en las viviendas existentes.

El proyecto de Marenys de Rafalcaid, que data del año 2003, se topó con innumerables problemas, entre ellos varias sentencias judiciales que obligaron a modificarlo, la crisis económica, los impedimentos derivados de la Ley de Costas, su alto riesgo de inundabilidad o los problemas para construir un canal de evacuación de aguas residuales y pluviales.

El compromiso del ayuntamiento, que estima que las obras pueden iniciarse a finales de este año o principios del próximo, es acometer solo las actuaciones mínimas que permitan declarar zona urbana ese espacio. Eso incluye instalaciones eléctricas y de telefonía, la terminación de las calles y la habilitación de las zonas verdes grafiadas en el proyecto.

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