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Reglamentos

Dos normas protegen l'Auir e impiden colocar la playa para perros de Gandia

Un programa del ministerio y el Pativel de la Generalitat vetan este tipo de instalaciones en las 'playas naturales'

Dos chicas con un perro, el pasado verano en la zona habilitada para animales de la playa de Gandia. x. ferri

Si el Ayuntamiento de Gandia quiere volver a contar con una playa apta para perros, este verano tendrá que buscar otro emplazamiento alternativo a la zona de l'Auir, la franja comprendida al norte de la playa urbanizada, que llega hasta el límite con Xeraco.

Dos normativas, una de la Generalitat y otra del Ministerio de Medio Ambiente, prohíben expresamente este tipo de instalaciones en las 'playas naturales', llamadas así las que carecen de edificaciones, como es l'Auir. La Administración del Estado a través de un programa ambiental, y la Generalitat mediante el recientemente aprobado Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral (Pativel), obligan a preservar esos espacios de toda instalación veraniega para, así, salvaguardar sus características, la flora y la fauna que allí habita.

Según señaló ayer el concejal de Territorio de Gandia, Xavier Ródenas, el año pasado el ayuntamiento ya consiguió in extremis una prórroga de un año para volver a montar la Playa Can en el primer tramo de l'Auir, pegada a la zona urbana y a la calle Ribera Baixa. «Pero ya nos advirtieron que para este verano no sería posible», indicó Ródenas, quien recuerda que la escuela de windsurf también se ha tenido que desplazar a la franja urbana.

En esa situación, los responsables municipales, que mantienen su voluntad de disponer de la Playa Can el próximo verano, estudian alternativas, aunque el propio Ródenas confiesa que no va a resultar fácil porque existen muchas dudas sobre la conveniencia de que ese espacio se abra en la playa Nord, el escaparate turístico de Gandia, que posee todos los certificados de calidad ambiental y de servicios. Allí, una playa apta para perros podría poner en peligro esas certificaciones y, además, se teme que genere rechazo entre los usuarios.

Otra posibilidad sería poner la Playa Can a uno de los dos lados de la desembocadura del río Serpis, pero tanto al norte (Venècia) como al sur (Rafalcaid) son zonas relativamente apartadas y con usuarios que, mayoritariamente, residen en las inmediaciones.

El concejal Ródenas apunta que, para tomar la decisión, se puede optar por consultar al Consell Animalista de Gandia, pero reconoce que, habida cuenta que hay elecciones municipales por medio y que la Playa Can no se habilita nunca antes del mes de julio, lo correcto sería dejar la decisión final en manos del próximo Gobierno local.

Una historia muy «movida»

La playa apta para perros de Gandia, promovida por el entonces alcalde del PP, Arturo Torró, abrió en el año 2012 en el límite norte del término, lindando con Xeraco, lo que provocó el rechazo de este ayuntamiento, que también estaba gobernado por el PP. Al año siguiente se movió hacia el sur, ya en plena zona protegida de l'Auir. Cuando las elecciones en Gandia propiciaron el cambio a un gobierno del PSPV-PSOE y Més Gandia, la zona se puso, lindando con la zona construida, precisamente para evitar el impacto sobre el área natural de l'Auir. Las normativas proteccionistas surgidas en los últimos años obligan ahora a un nuevo traslado que no alcance la 'playa natural'.

En el caso del Pativel de la Generalitat, esta es una consecuencia más, dado que las 'playas naturales' quedan vetadas a cualquier actividad que las altere. En Oliva, el municipio más afectado de la Safor, se tendrán que desplazar muchas instalaciones veraniegas por este motivo, algo que ha criticado duramente la concejala de Turismo, Mireia Morera.

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