Cerca de 5.000 cofrades de 32 municipios valencianos participaron ayer en Oliva en la procesión diocesana, el acto central del XLIV Encuentro de Cofradías y Hermandades del que ha sido sede la ciudad. Las agrupaciones participantes llevaron una representación de sus imágenes e indumentaria típicas, ante la curiosa mirada del público congregado. Pese a que se anunciaba lluvia, el tiempo respetó la procesión.
Desfilaron seis figuras del Cristo en la cruz, entre ellos el valioso Cristo del Carmen de Xàtiva, cuatro figuras del Nazareno, dos de Jesús en el Prendimiento y dos del Ecce Homo, además de pasos referentes a la Entrada de Jesús en Jerusalén, Oración de Jesús en el Huerto, Virgen Dolorosa con traje azul, la Virgen del Descendimiento de Alzira, Nuestra Señora de la Piedad, la Santa Cruz de Cristo con Sudario, la Vera Cruz, el Cristo Yacente, el Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores.
El desfile religioso, que constituye el acto más importante de esta Diocesana 2019, fue abierto por cien cofrades de Torrent, acompañados por la reina del Encuentro, con un precioso traje de cola de 25 metros de longitud y acompañada por una banda de música. En el primer turno, hasta la primera hermandad de Oliva, que fue Nuestro Padre Jesús en el Prendimiento, en séptimo lugar, desfilaron cerca de 600 personas.
Las cofradías de la Semana Santa de Gandia lo hicieron en decimoséptima posición con 235 personas. Por su parte, la Semana Santa de Pego aportó otros cien cofrades y también desfilaron miembros de cofradías de Benifairó y Tavernes de la Valldigna.
Después de Oliva la población de la diócesis valentina que más cofrades aportó fue Alboraia, desde donde se desplazaron 250 personas. A las hermandades les acompañaron las autoridades eclesiásticas con el obispo auxiliar de València, Arturo Ros, al frente, además de la directiva de la Junta Central de la Semana Santa de Oliva, la directiva diocesana, autoridades municipales olivenses encabezadas por el alcalde, David González, y la banda de la Associació Artístico Musical de Oliva, que cerró el desfile.
La Policía Local de Oliva estableció un dispositivo especial para acoger a los 41 autobuses que llegaron de las 31 poblaciones visitantes, con unas tres mil personas, a las que se sumaron dos mil de las nueve hermandades olivenses. Al cierre de esta edición la procesión, que arrancó a las 16.30 horas desde la parroquia de Sant Francesc de Assís, no había terminado, ya que estaba previsto que acabara sobre las once de la noche en el Portal de Sant Vicent con una oración en la ermita dedicada al mismo santo. La programación también contemplaba un vino de honor como broche final en la Casa de la Festa.
Los asistentes de otras localidades recibieron bocadillos elaborados por nueve hornos locales, en cuyo reparto también contaron con la colaboración de las hermandades olivenses. La clausura del encuentro tendrá lugar el 24 de noviembre, con una representación extraordinaria del tradicional «Desenclavament».
