El catedrático Antonio Almagro,
«De lo contrario -vaticinó- la excavación será un fracaso, y desgraciadamente tenemos varios ejemplos en España de ello». Almagro, que no participa en el proyecto, añadió que este se debe diseñar teniendo la previsión de que lo que salga «hay que estudiarlo para seguir avanzando».
Almagro no es partidario de excavar indiscriminadamente, sino «en puntos que puedan aportar informaciones relevantes como al lado de una puerta o de un aljibe». También es fundamental para el éxito del mismo, opina el arquitecto, que este tipo de proyectos estén «por encima de las confrontaciones políticas».
Almagro cree que la actuación en Bairén puede aportar luz «no sólo de hechos históricos, sino de cómo era la vida cotidiana de sus habitantes o notables durante la época islámica». En su ponencia habló de fortificaciones similares que él mismo ayudó a restaurar, como los castillos de Albarracín, Almuñécar, Onda o Alpuente.
Fernando Mut agradeció los consejos, recogió el testigo y afirmó que, efectivamente, las prospecciones arqueológicas serán «catas selectivas». Añadió que, aunque las intervenciones podrán coexistir con las visitas de turistas o senderistas «en algún momento habrá que cerrar partes del recinto para que los investigadores puedan trabajar».
