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Innovación

Ya es "cyberprimavera" en el Campus

Alumnas y alumnos de diez centros de la comarca de la Safor presentan las flores robotizadas que han elaborado en el proyecto del "Cyberjardín"

Alguno de los proyectos presentados. t. á. c.

Como dice ese conocido espot televisivo cada año allá por mediados del mes de marzo, la «cyberprimavera» ha florecido en el Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV). De esa manera presentó ayer José Marín-Roig, subdirector de la escuela del Grau y responsable de la Cátedra de Innovación que se imparte en el centro, el proyecto del «Cyberjardín», con el que, durante varios meses, alumnas y alumnos de un total de diez colegios e institutos de la comarca han elaborado sus flores robotizadas en clase.

Mediante equipos multidisciplinares y a través de las herramientas materiales y docentes de las que les proveía la cátedra, han trabajado tanto la parte tecnológica como la estética. Los y las estudiantes han adquirido nociones académicas y técnicas, como las de programación mediante el sistema Arduino, utilizado en robótica, que ha servido para dar vida a sus flores.

En unas se encienden las luces LED cuando alguien se acerca, otra se abre y cierra continuamente, un particular cactus saca la lengua para mostrar su «piercing» si una persona le acerca la mano y después hay un girasol que se mueve al ritmo que una lampara instalada a unos 50 centímetros, imitando los movimientos del sol, se desplaza hacia uno u otro lado.

Pero, sobre todo, han experimentado lo que significa trabajar en equipo y colaborar para resolver los problemas que han ido surgiendo. «Lo mejor ha sido la colaboración entre los compañeros», indicaba Pau Almendros, estudiante del IES Tirant lo Blanc. En esa misma idea hacía hincapié el joven Adrián Ortega, que apuntaba que se trataba de una experiencia «muy divertida». «Tenías que planificar cómo lo tenías que hacer para combinar la parte electrónica con la estética».

Los centros que han participado en el proyecto son los colegios Carmelites y Suárez de Calderón y los institutos María Enríquez, Ausiàs March y Tirant lo Blanc de Gandia, Esclavas del Sagrado Corazón de Benirredrà, el IES Jaume II El Just de Tavernes, el Joan Fuster de Bellreguard, el equipo Pulsion y el colegio Sant Antoni de Pàdua, de Xeresa. A esta escuela pertenece el equipo de niñas y niños más pequeños de los que han participado en la iniciativa, los únicos de primaria. Sobre el escenario, cuatro niñas explicaron que «hemos disfrutado mucho y aprendido cosas nuevas. También hemos trabajado en equipo y eso ha sido muy positivo», señalaban. Muchos de los estudiantes señalaban, a su vez, los problemas que han surgido durante la elaboración del proyecto y como entre todos han ido resolviendo las diferentes dificultades.

Más de 200 chicas y chicos, con sus respectivos profesores, acudieron ayer a la presentación de este proyecto en el Aula Magna del Campus. El propio Marín-Roig fue el encargado de explicar cómo surgió y se desarrolló el proyecto. La idea salió de él mismo, pero, consciente de que necesitaba ayuda experta para ponerlo en marcha, sumó a la diseñadora digital Iris Escrivà y a Asun Pérez, profesora del Grado en Tecnologías Interactivas. Entre los tres elaboraron los materiales didácticos. En primer lugar, formaron a los maestros que luego debían trasladar las técnicas a los alumnos.

Alejandro Hernández, profesor de tecnología del colegio Esclavas de Benirredrà, consideró «muy positiva» la experiencia. «La universidad nos ayudó a encarar de forma muy específico el temario para los alumnos», indicaba.

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