Será coincidencia o no, pero en las horas previas y posteriores al inicio de la campaña electoral para renovar los gobiernos de España y de la Comunitat Valenciana ambas administraciones han dado sendas alegrías a la ciudad de Oliva. Y, como es de rigor, sin que los políticos impulsores de los mismos hayan abierto la boca para no incumplir la Ley Electoral que impide difundir logros políticos cuando los ciudadanos son llamados a las urnas.
Las dos noticias son, por una parte, la licitación del Enlace Sur de Oliva, que evitará el tráfico por el casco urbano, que corre a cargo del Ministerio de Fomento. Y, por otra, la licitación del proyecto para la construcción del centro de salud de Sant Francesc, una obra que corresponde a la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana.
Lo más importante de los dos pasos dados por las administraciones del Estado y autonómica es que, desde ahora mismo, gobierne quien gobierne, estas dos actuaciones están encarriladas. Tendría que ser una decisión expresa de un futuro ministro de Fomento o de una futura consellera de Sanidad la que paralizara los respectivos proyectos.
Según detalló ayer el Gobierno español, la Conexión Sur de Oliva parte con un presupuesto de 23 millones de euros. Es significativo que esa cifra se haya reducido en cerca de seis millones, un ahorro que se produce por la eliminación de la «playa de peaje» prevista inicialmente y que ahora ha sido retirada porque la autopista AP-7 ya no será de pago cuando esta actuación concluya.
Según el proyecto técnico, la longitud de la actuación es de aproximadamente 3 kilómetros, y las obras, de dos años de duración, podrían iniciarse a mediados de 2020.
Respecto al nuevo centro de salud de Sant Francesc, la Conselleria de Sanidad indicó ayer que la inversión ronda los tres millones de euros. Se trata de una actuación que ahora empieza a redactarse, pero en ese presupuesto ya se contempla la partida para la ejecución de las obras.
El nuevo centro de salud, que podría estrenarse en un periodo de entre dos y tres años, atenderá a la mitad de la población de Oliva, según señaló la Generalitat. Es la actuación más importante llevada a cabo en las últimas décadas para mejorar la asistencia sanitaria pública en esta ciudad. Dispondrá de una área de recepción y trabajo social, una área administrativa (despacho de coordinación médica y de enfermería, sala de reuniones-biblioteca y zona de personal), una área de medicina familiar (6 consultas de medicina familiar, 6 consultas de enfermería y 2 consultas polivalentes), una área de pediatría (2 consultas de pediatría y una de enfermería pediátrica), una área de extracciones y tratamientos (sala de extracciones, tratamientos, un box y una sala de pruebas diagnósticas) y una área de atención a la mujer (una consulta de matrona y una sala de educación maternal).
Tanto el alcalde de Oliva, David González, como dirigentes de todos los partidos políticos, señalaron ayer su alegría por dos obras que, si nada se tuerce, serán una realidad a lo largo de la próxima legislatura.
