El temporal que desde el jueves de la semana pasada afecta a la comarca de la Safor ha dejado ya más de quinientos litros por metro cuadrado en la zona de la Llacuna, en el municipio de Villalonga, y más de cuatrocientos en la Drova, en Barx. En general en toda esta zona han caído entre 300 y 500 litros, que han causado problemas, pero no desbordamientos de ríos y barrancos.

Numerosos caminos rurales y carreteras secundarias, especialmente las que se dirigen a las playas de norte a sur de la Safor, sufrieron anoche cortes que se han mantenido hasta primera hora de la mañana. Tavernes de la Valldigna, Bellreguard, Gandia, Piles y Oliva están entre las zonas más afectadas. Los bomberos también han informado que han realizado achiques en plantas bajas y sótanos, donde hay constancia de algunos coches que han quedado atrapados. Dos mujeres en la playa de Gandia también fueron socorridas al no poder bajar de su vehículo.

La precipitación, que sigue en este Lunes de Pascua, pero con mucha menor intensidad, ha llenado los cauces de ríos y barrancos, en donde también muchas zonas de paso que los atraviesan han quedado cortados. El hecho de tratarse de jornadas festivas ha evitado que se generaran problemas de tráfico.

Según la Agencia Estatal de Meteorología, este es uno de los episodios de lluvia más importantes en un mes de abril en décadas. De hecho, en muchos puntos de la Safor, una de las comarcas con registros pluviométricos más altos de la Comunitat Valenciana, desde el jueves ha llovido la mitad de la media anual, como es el caso de Villalonga.

El río Serpis, la principal vía fluvial de la Safor, ha registrado una crecida considerable, dado que también se está aliviando el pantano de Beniarrés, donde en estos momentos se produce una importante entrada de caudal a consecuencia de lluvias de entre 100 y 250 litros por metro cuadrado en las comarcas de l'Alcoià y el Comtat, que drenan al Serpis.