La Universitat de València ha entregado al municipio de Potries un retablo de la Divina Pastora que acaba de ser restaurado por la profesora María Gómez, perteneciente al laboratorio del Departamento de Historia del Arte de la Universitat. Se trata de un ejemplo del interés de la Universitat y del Ayuntamiento de Potries por el patrimonio local, dado que la tabla se encontraba muy deteriorada.
La alcaldesa, Assumpta Domínguez, señaló ayer a este periódico que la madera pintada incluso llegó a usarse como tabla para lavar. El desgaste obligó a reconstruir, más que restaurar, la cara de la Divina Pastora, que había quedado en un estado prácticamente irreconocible y que, según los técnicos, ya había sido repintada «de forma grotesca», sin tener en cuenta el estilo del autor y de su época.
La pieza constituye un elemento devocional pintado seguramente por Luis Mesa en el siglo XIX que durante décadas se custodiaba repartiéndose entre los domicilios particulares de Potries.
Josep Montesinos, que fue director del Centre Internacional de Gandia de la Universitat de València, fue quien tuvo conocimiento del enorme deterioro y promovió la restauración. Así, en el año 2017 puso la pequeña tabla religiosa en manos de María Gómez, una restauradora de reconocido prestigio que acaba de ser propuesta por la rectora de la Universitat, Mavi Mestre, para colaborar en las labores de recuperación de obras de arte que han quedado afectadas por el impactante incendio ocurrido en la catedral de Notre Dame de París.
Agradecimiento de la alcaldesa
Según señala la Universitat de València, que ha realizado esta labor de forma altruista y sin contraprestación económica, la tabla de Potries ha recuperado «todo su esplendor» y, con ello, «el patrimonio artístico religioso de la localidad recupera una pieza de gran interés y afecto para los habitantes».
La alcaldesa de Potries, por su parte, expresó, en nombre de los vecinos y vecinas de la localidad, su gratitud a Josep Montesinos y a María Gómez «por su implicación en la restauración del patrimonio local» que, destacó, no ha tenido coste económico.
La pieza ha quedado depositada en la iglesia de esta localidad que hasta hace unos días ostentó el título de Capital Cultural Valenciana, y numerosos vecinos y vecinas acompañaron al sacerdote titular, a las autoridades locales y a los promotores de la restauración en este singular acto que permite disfrutar de esta talla.
