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Infraestructura

Acceso sur (casi) al puerto de Gandia

El retraso de la Autoridad Portuaria en la adecuación del corto tramo de Venècia obligará a los camiones a circular por el Grau durante varios meses

Acceso sur (casi) al puerto de Gandia

Pese a que las obras del Acceso Sur al Puerto de Gandia se iniciaron en el año 2010 y que se han paralizado y retomado en varias ocasiones, hasta terminar en la primera semana del pasado mes de abril, a la Autoridad Portuaria de València (APV) le ha pillado el toro.

Esa infraestructura, en la que el Ministerio de Fomento ha invertido 25 millones de euros, no podrá utilizarse en su totalidad al menos hasta después del verano, dado que los camiones no pueden acceder al interior del recinto portuario desde la última rotonda del trazado, situada en el distrito gandiense de Venècia.

El área de Carreteras del Ministerio de Fomento tenía que ejecutar la nueva vía desde la rotonda de la N-332, entre Bellreguard y Gandia, y esa rotonda de Venècia, pasado ya el cauce del río Serpis mediante un puente en su desembocadura. Pero desde la rotonda hasta el interior del recinto portuario quedaba un tramo de vial cuya competencia corresponde a la propia APV. Y eso es lo que no se ha hecho.

Como pudo comprobar este periódico el pasado domingo, la APV ya ha iniciado las obras de acondicionamiento del vial, en el que se están invirtiendo 1,8 millones de euros que se añaden a los 25 del resto del proyecto, pero es evidente que aún faltan meses para que la actuación esté concluida y operativa. En esa zona está previsto habilitar varias instalaciones de aduana para poder llevar a cabo los correspondientes controles sobre la carga que entre y salga del puerto.

En esa situación, los camiones que tengan que acceder al puerto de Gandia tienen que circular por el nuevo acceso desde la rotonda de Bellreguard hasta la enclavada sobre la carretera de Daimús. Desde allí, y como figura en las señales, son dirigidos hacia la avenida del Grau, entrando por la carretera de siempre. Tienen que pasar por las plazas de la Marina y de la Mediterrània y circular hacia la calle de Llevant hasta la entrada al puerto. El tráfico hacia los muelles, por lo tanto, seguirá causando molestias hasta que se acaben las obras de la APV. Por si acaso algún camión se equivoca y llega a la rotonda de Venècia tras superar el puente del Serpis, un control de gálibo le anuncia que debe dar media vuelta porque, de lo contrario, se quedaría bloqueado en las estrechas calles del Grau.

Ese tramo final del Acceso Sur al Puerto, con su entrada al Grau incluida, sí está abierta para el tráfico ligero. Los vecinos de esa zona son los principales beneficiarios de esta infraestructura inaugurada a medias.

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