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Hablar de «la gandia que volem»

Diana Morant, Josep Alandete, Víctor Soler y Pascal Renolt, en el debate del lunes pasado en el Palau Ducal. ximo ferri

g andia es una ciudad a la que le tengo mucha estima por todo lo que me ha dado personalmente y profesionalmente. Una ciudad que ha dado pasos de gigante, como la de ser capaz de poner en marcha un campus universitario desde la nada, el Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València, convertirlo en referente, y crear así una marca de Gandia reconocida internacionalmente. Una ciudad que también ha dado pasos atrás, perdiendo trenes que seguramente no volverán a pasar, quedándose en el andén del progreso hasta hace muy poco tiempo, por decisiones poco acertadas.

Ahora está de nuevo en riesgo la Gandia que quiero. La que estimo. La que quiero para el futuro, la que quiero para mi familia, mis amistades, para todas las personas que forman parte de la vida de esta gran ciudad. «La Gandia que Volem» es lo que está en juego en estas elecciones, y es por eso por lo que he seguido con mucho interés, como muchas personas, el debate organizado por Radio Gandia, a la que aprovecho para felicitar por esta iniciativa de ayudar a visualizar los planes de futuro de los principales aspirantes a la alcaldía de Gandia.

He de reconocer mi preocupación por lo que suceda estas elecciones. Grandes proyectos, unos en su inicio, otros en fase de gestación, y otros ya con algunos resultados muy positivos, están en el banco de ideas, y pueden correr riesgo en función de las prioridades de quien gobierne. Hay que entender que grandes proyectos no tienen por qué ser aquellos con grandes necesidades económicas, sino los que nos hacen crecer en valores, en calidad, en reputación, en investigación, en innovación. Esos proyectos que nos llevan a disminuir la desigualdad social, a mirar hacia nuestros mayores que lo han dado todo por nosotros, y a buscar el mejor futuro para nuestras hijas e hijos. Proyectos para mejorar la vida de las personas, y aumentar las posibilidades de futuro sostenible de nuestras familias.

Pude oír y escuchar el debate mientras venía en coche de una reunión que tiene que ver con uno de esos proyectos, un proyecto para potenciar la innovación sanitaria en Gandia. Escuchaba filtrando las partes estériles de algunas intervenciones: esas que no aportan nada y de las que todas y todos estamos cansados. Eliminando esas partes, he de reconocer que me han gustado unas intervenciones más que otras. En parte porque en estos dos años y medio hemos colaborado intensamente en las políticas de crecimiento de Gandia, en prácticamente todas las áreas, y hemos trabajado conjuntamente con todos y todas las concejales y concejalas del gobierno actual, que han estado abiertos y abiertas a todas las iniciativas sensatas que hemos propuesto. Es algo de lo que me siento orgulloso y es justo reconocer. En parte también porque se presentaban ideas que llevan «un poco de mí». «La Gandia que Volem, la Gandia que jo vull» salió en el debate de una forma sencilla y clara.

Obviamente no es un secreto mi postura progresista. Hace tiempo que vendí mi intimidad a las redes sociales. Progreso entendido como el avance o mejora de las personas hacia un estado mejor, más avanzado y desarrollado, desde los valores, la ciencia, y la cultura. Progresar es incompatible con perder más trenes. No perdamos más trenes. Que nadie se quede en el andén.

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