Las obras de demolición del antiguo hospital Francesc de Borja de Gandia ya han llegado a la fase más visual. La empresa encargada de esa operación, que se prolongará durante todo el verano, ha retirado muchas de las ventajas y sigue vaciando por dentro la inmensa mole de hormigón que ocupa el solar de más de ocho mil metros cuadrados. Según el plan previsto, ahora se demolerá «de dentro hacia afuera», lo que evitará muchas molestias a los vecinos hasta que, finalmente, caigan las fachadas. En ese lugar se levantará después del nuevo complejo sanitario de Roís de Corella.