Hay obras que, en algunos momentos, se convierten en espectáculo. Como la que, desde ayer, se está ejecutando para derribar el antiguo hospital Francesc de Borja de Gandia y, después, construir en ese solar un centro de salud integral y una gran plaza.
Porque ahora sí ha llegado el momento. La empresa encargada de ejecutar esa actuación, que cuesta casi millón y medio de euros, ha empezado a comerse la enorme mole de hormigón por la esquina que forman las calles Ciutat de Barcelona y Benicanena, donde antes estaba el área de Urgencias.
Numerosas personas no se quisieron perder la imagen y presenciaron el lento y ruidoso avance de la piqueta que, durante los dos o tres próximos meses, borrará del mapa lo que fue uno de los edificios más frecuentados por los gandienses y por los habitantes de toda la comarca.
Además de su vistosidad, esta actuación fue rápidamente difundida por la alcaldesa de la ciudad y varios concejales socialistas, entre ellos Miguel Ángel Picornell y Liduvina Gil, tanto por lo que supone como por lo que representa para el futuro inmediato.
La conselleria de Sanidad ya ha anunciado que está en marcha el proceso administrativo para construir un centro de salud integrado con servicios que atraerán no solo a gandienses, sino a usuarios del área de salud de Gandia y que servirá para revitalizar esta zona de la ciudad.
