Pocas veces se ha contado con la oportunidad de contemplar, en la ciudad de Gandia, una exposición de arte contemporáneo tan importante como la que, en un acto casi familiar, se abrió la noche del pasado viernes en la Casa de la Marquesa. La muestra, coordinada por la gandiense Mar Alandete, rinde homenaje a la revista Cimal, que se publicó en esta ciudad entre los años 1979 y 2003, y a sus dos principales impulsores, Pascual Lucas Català, dueño de la famosa Galería Lucas de la avenida de la República Argentina, y Vicente Aguilera Cerní.
Realizada por el Ayuntamiento de Gandia y el CEIC Alfons el Vell, la exposición reúne alrededor de cincuenta obras, entre cuyos autores hay artistas de relevancia internacional, como Jean Miotte, Wolf Vostell, Vladimir Velickovic, Georges Mathieu, Julio Le Parc, Olivier Debré, Paul Jenkins, José María Yturralde, Gérad Schneider, Luc Piere, Carmen Calvo, Miquel Navarro o Joan Ponç.
A la inauguración acudieron, entre otros artistas, Román de la Calle, Vicente y Pascual, hijos del galerista promotor de Cimal, Yturralde, Juan Viña, Amparo Mestre, Willy Ramos, Rafael Armengol, Toni Durà y Javier Calvo.
Con una cierta emoción al recordar aquellos tiempos y a algunas de las personas ya fallecidas que propiciaron que se hablara de arte, De la Calle señaló que fueron años en los que se vivió «en un contexto de sueños y de utopías», y que quien soportaba, incluso económicamente, todo el tinglado de Cimal era Pascual Lucas, un hombre, al que definió como «serio, generoso y pensativo».
Durante casi 25 años Cimal fue un referente no solo en la Comunitat Valenciana y España, sino también en el extranjero, en cuyas páginas se escribió, promovió y difundió la cultura del arte y del artista como un elemento fundamental de libertad y de creación.
Cimal, señala el CEIC en la presentación de esta interesante muestra, «fue un síntoma de la madurez cultural de Gandia, y contribuyó a enriquecer la vida artística de la Safor».
En eso Gandia no ha cambiado, porque esta ciudad, y lo demuestra la exposición abierta en la Marquesa, sigue irradiando cultura en general y arte en particular.
Y tampoco ha cambiado el paisaje de estos acontecimientos. Pese a la calidad de las obras y de los artistas que exponen, apenas un pequeño grupo de treinta personas acudieron a la apertura. Es evidente que el arte, que nunca dejará de ser imprescindible en la creación humana, sigue sin ser una actividad de masas. Exposición, que se visita sin pagar, estará abierta hasta el 22 de junio.
