Palmera es una pequeña localidad de la Safor, incrustada entre Bellreguard y l'Alqueria de la Comtessa, cuya existencia se ha conocido en muchos lugares del mundo gracias a Vicent Todolí Cervera. Es lógico porque se trata de una figura que, en su faceta cultural, ha alcanzado una reconocida fama.
Por eso, el Ayuntamiento de la localidad, por unanimidad, optó por estrenar con su nombre el reglamento de honores y distinciones y le acaba de nombrar Hijo Predilecto. El acto, celebrado la noche del pasado viernes, contó con la presencia del homenajeado, que agradeció a los presentes esa distinción.
Según informó el alcalde de Palmera, Álvaro Català, el título de Hijo Predilecto le ha sido concedido a Vicent Todolí «por su contribución a la difusión del nombre del pueblo de Palmera, atendiendo que, tanto desde su función de fundador y sustentador de Todolí Citrus Fundació como por la de director de museos de arte moderno y contemporáneo, ha dado visibilidad a la localidad por todo el mundo», y añade que eso ha permitido que lo visiten personalidades de renombre.
La de su localidad natal es la primera distinción honorífica que se le otorga a Vicent Todolí en España, pero no ocurre lo mismo en el ámbito internacional. Oporto (Portugal) le entregó en el año 2002 la Orden Honorífica Santiago da Espada, y en el año 2009 recibió en Pares la medalla como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras.
Eso sí, en el ámbito académico sí fue investido como Doctor Honoris Causa por la Universitat Politècnica de València en un acto que tuvo lugar hace ocho años.
Además de su larga trayectoria como responsable de museos de renombre mundial, entre ellos la Tate Modern de Londres, Vicent Todolí es ahora conocido por esa Citrus Fundació, en la que ha conseguido desarrollar, en la misma localidad de Palmera, un inmenso huerto con especies citrícolas de todo el mundo.
