Agentes de la Guardia Civil han detenido a un joven de 25 años, en el marco de la operación «Biembi», por su presunta implicación en 31 robos con fuerza en el interior de vehículos de alta gama en poblaciones de las provincias de Valencia y Alicante. Al arrestado, de nacionaldiad lituana, le constaba una requisitoria de su país por abuso sexual y lesiones.

La investigación la iniciaron agentes de la Guardia Civil de Cullera y en colaboración con Policía Local de esa misma localidad, con el fin de poder identificar, localizar y detener al autor o autores de los asaltos a vehículos que se venían detectando.

Fruto de las gestiones realizadas, los agentes comprobaron que se trataba de una persona que tenía una orden de requisitoria de Lituania por un delito de abusos sexuales y otro de lesiones, un joven de 25 años que fue finalmente detenido el 4 de mayo.

El «modus operandi» usado por esta persona era siempre el mismo: elegía vehículos de alta gama a los que accedía a través de la fractura de alguno de los cristales traseros y, una vez dentro, desmontaba el volante, airbags y diferente material electrónico con los que contaba el vehículo.

Al arrestado se le han intervenido un airbag, volante, teléfono móvil material electrónico de vehículo y mochila con herramientas para realizar los robos. Las poblaciones donde el autor ha actuado son Oliva, Gandia, Xàbia, Cullera, Moraira, Altea, Calpe, Novelda, Tavernes de Valldigna, Paiporta, Verger, Pedreguer y Dénia.

Las diligencias han pasado a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Sueca y el Juzgado Central de Instrucción número cuatro de la Audiencia Nacional.

Robo a un agente de policía

Por otra parte, la Policía Nacional ha detenido a un hombre de 37 años en Gandia después de que intentase robar a un agente que prestaba servicio de paisano.

El agente acababa de comprar un producto en una máquina expendedora y estaba esperando para recoger el cambio cuando el detenido se le acercó a pedirle un euro. Al negarse, el detenido metió la mano en el cajetín de la máquina a la vez que amenazaba al agente con agredirle si no permanecía quieto.

El policía se identificó, pero el presunto agresor hizo caso omiso de sus indicaciones, por lo que lo retuvo hasta la llegada de más agentes, que lo detuvieron. El detenido, que tenía numerosos antecedentes policiales, estaba siendo buscado por la Policía tras quebrantar una orden de alejamiento respecto de un familiar.