El Ministerio de Fomento dio ayer el paso definitivo, el punto de no retorno, para ejecutar esa obra que la comarca de la Safor, miles de valencianos y, por supuesto todos los olivenses, esperan desde hace décadas. Esa obra que permitirá que los coches y los camiones no tengan que atravesar el núcleo urbano de la ciudad en sus desplazamientos por la carretera nacional. Porque si València fue conocida durante décadas por ser el «semáforo de Europa», la única ciudad importante que no tenía circunvalación, Oliva también lo es por ser el «tapón de la Safor», una expresión en vías de extinción gracias al paso que ayer dio el Ministerio de Fomento.
El departamento que dirige José Luis Ábalos ha sacado a licitación la ejecución de la obra denominada Enlace Sur de Oliva, que conectará mediante un nuevo vial las actuales carreteras de Pego, la N-332 y la AP-7.
Años han hecho falta para poder completar el complicado proceso administrativo que ha desembocado en este anuncio. Desde ahora hasta el 28 de junio las empresas interesadas pueden presentar sus ofertas para llevar a cabo una obra valorada en 23,1 millones de euros.
Es la mayor obra que se va a ejecutar en Oliva desde que el Ministerio de Medio Ambiente llevó a cabo el todavía inacabado plan para evitar inundaciones de la rambla de la Gallinera y otros cauces en la franja situada al sur del casco urbano y de la playa.
Lo mejor de este paso es que ahora ya no hay marcha atrás y que difícilmente se pueden producir nuevos retrasos. A lo largo del mes de julio está previsto que se abran las ofertas económica y técnica de las empresas que opten a la ejecución y, aun contando con el parón del vacacional mes de agosto, la adjudicación se podría producir en los últimos meses del año. Si es así, el ministerio y empresa adjudicataria negociarán el momento para firmar el acta de replanteo, el documento que fija, en términos legales, la fecha de inicio de las obras.
La mala noticia, o al menos no tan buena, es que durante todo el proceso administrativo la duración del trabajo se estimaba en 24 meses, pero la licitación prolonga ese periodo a 29. Casi dos años y medio que sitúan el horizonte de finalización en los últimos meses 2022, siempre que las obras arranquen en la primavera del año que viene, como es previsible, y no surjan imprevistos importantes.
Ahorro con la gratuidad de la AP-7
Como ya informó este periódico, en el último año el Ministerio de Fomento se ha podido ahorrar un buen pellizco de casi seis millones de euros al eliminar del proyecto la «playa de peaje» que inicialmente se había contemplado en el acceso a la autopista AP-7. Los técnicos ya han tenido en cuenta que la autopista va a ser libre de peaje el 1 de enero de 2020 y, por lo tanto, el uso de esa vía ya no requerirá construir los varios carriles que se habían proyectado y las casetas para establecer el pago de los usuarios. Esa actuación conllevaba no solo la expropiación y el pago de miles de metros cuadrados de terreno, sino también el uso y la disposición de miles de metros cúbicos de material sólido para poder construir la «playa de peaje» en una zona elevada con mucho desnivel, porque la AP-7 discurre en una cota más alta debido a la cercana presencia de la montaña que atraviesa.
De hecho, cuando este ansiado Enlace Sur de Oliva en servicio, hará cerca de tres años que la AP-7 será gratuita y que estará ejerciendo de circunvalación.
