En cuestiones de igualdad y diversidad, ¿han cambiado las políticas porque ha cambiado la sociedad o ha sido al revés?

Ha cambiado la sociedad porque han cambiado las políticas. Hacía falta darles más visibilidad de la que había y la importancia que merecían. Por eso, dependieron directamente de la vicealcaldía, porque eran áreas importantísimas para que una sociedad sea más evolucionada y más rica. Cuatro años de políticas, visibilidad y constancia han hecho que esta sociedad haya cambiado o al menos haya entendido cuál era el mensaje que queríamos transmitir.

Pero queda mucho.

Sí, muchísimo. Seguimos viendo día sí día también asesinatos de mujeres o micromachismos en cualquier parte de nuestra sociedad, así que hay que seguir trabajando para que Gandia sea una ciudad tolerante y sin violencia machista.

¿Qué se ha trabajado durante la presente legislatura?

Nos hemos abocado mucho a tratar la violencia de genero en su punto máximo, que es cuando hay una agresión. Por eso se ha reforzado la oficina a la víctima del delito, que antes solo contaba con una trabajadora social y un abogado y ahora tiene además dos psicólogas, que tienen un papel muy importante en esos momentos. Pero pensábamos que era importante centrarnos en la prevención para acabar con este tipo de agresiones. Hemos trabajado mucho de la mano de los coordinadores de igualdad y diversidad de los centros educativos, una figura que se creó esta legislatura por parte de la Generalitat, con el objetivo de que los más jóvenes se concienciaran y se dieran cuenta de acciones que antes no reconocían como violencia de género. En el plano de la diversidad debíamos centrarnos en el inicio. Hace muchos años, con anteriores gobiernos de izquierdas, Gandia había llevado a cabo algunas iniciativas como colgar la bandera LGTBI del balcón o la Beach Pride, pero no había una visibilización constante, y una normalización sin visibilización es imposible.

¿Y en diversidad?

Hemos consolidado la semana del Orgullo, se han hecho actividades en el día contra la lgtbifobia, de los derechos de las personas lesbianas, en la transexualidad y en muchos otros ámbitos para que la sociedad entendiera lo que queríamos transmitir: Que cada uno pueda amar a quien quiera y como quiera y debemos respetar a las personas por lo que somos. Estoy convencida de que con la consolidación de las actividades, la sociedad gandiense ya no es tan cerrada como antes.

¿Alguna medida concreta que quede por ejecutar?

Muchas. Esta semana he entregado al Institut de la Dona de la Generalitat las llaves de las viviendas tuteladas de Gandia, que es una cuestión que hemos trabajado esta legislatura. Pero quedan otros. Hay que luchar por el centro 24 horas en Gandia para atender a la mujer en el momento que sufre la agresión. Hasta ahora hemos utilizado los hoteles de la ciudad pero creo que hay suficiente número de casos en Gandia y la Safor, porque yo decidí que el ayuntamiento no ponía barreras a la comarca y se han atendido a mujeres de cualquier municipio, para disponer del centro 24 horas. Hay uno en Dénia, pero el traslado de una mujer desde Gandia a supone un trastorno muy importante, sobre todo cuando hay hijos. Ese sería uno de los proyectos que se han quedado en el tintero. La visibilidad es muy importante, la visibilidad de las mujeres y su capacidad para hacer cualquier trabajo, es que no hace falta que lo digamos las mujeres, debe entrar dentro de la normalidad.

¿La seguiremos viendo en las manifestaciones

Por supuesto. Lorena acaba la etapa de política de primera línea pero la etapa asociativa, de lucha y de seguir defendiendo desde la sociedad todo lo que nos queda por conseguir, seguiré estando ahí, porque hace falta más lucha y reivindicación.