La investidura en aquellas localidades donde la elección de la alcaldía estaba en el aire por la configuración de la corporación se resolvió sin ningún sobresalto. La casuística es diferente en cada localidad pero, especialmente en el caso del PSOE y Compromís, las relaciones complicadas han acabado resolviéndose bajo la lógica del Botànic de la Generalitat.

En el caso de Bellreguard, finalmente se logró un pacto de gobierno que incluye un reparto de alcaldía. Así, el nacionalista Àlex Ruiz, con cuatro ediles, fue investido ayer con los apoyos de los tres del PSOE y será alcalde los dos primeros años y medio. Joan Marco, por su parte, cerrará la legislatura siendo primer edil el último año y medio hasta 2023.

En Rafelcofer no hubo acuerdo y cada partido votó a su candidato, lo que le dio la alcaldía a Josep Monserrat, de Compromís. Lo mismo ocurrió en Palma de Gandia, donde ya es alcaldesa Inma Escrivà al ser Compromís la fuerza más votada. Finalmente no hubo sorpresa y el PP votó a su candidata, Teresa Català, y no a la socialista Trini Miñana, como se había especulado.

En Piles tampoco se dio finalmente un acuerdo entre PP, Compromís y PSPV para desbancar al alcalde y ganador de las elecciones, David Morant. Independents per Piles hizo valer su mayoría de cinco concejales para seguir gobernando la localidad, en principio, durante los próximos cuatro años pero en minoría.

En otros municipios como Beniflà y Almiserà también se cumplió con el acuerdo que ya se había anunciado días antes. En el caso de la primera localidad gobernarán el PP y Ciudadanos, mientras que en Almiserà se repartirán la alcaldía entre Compromís y el PSPV.