Gandia es, desde ayer, una de las primera ciudades no capital de provincia que cuenta con un servicio de alquiler de motocicletas eléctricas en sus calles para ofrecerlas a sus vecinos y visitantes. La empresa Acciona, que ya apostó por la capital de la comarca de la Safor cuando decidió llevar el ferri a Ibiza cuando controlaba el 80% de Trasmediterránea, vuelve para poner en marcha una iniciativa que, en principio, estará en pruebas durante los meses de verano, aunque no se descarta que acabe siendo permanente. Con esto se pretende, según Orazio Corva, director de marketing y ventas de la compañía, calibrar cómo funciona este servicio en una ciudad que «cambia de piel» durante la campaña estival, cuando triplica su población.
La estrategia de la compañía pasa por implantarse en una ciudad donde veranean muchas personas que llegan desde Madrid u otros puntos del país donde ya tienen implantado este servicio y a quienes les resultará más sencillo adaptarse a ver este tipo de vehículos en la calle y tienen más asimilada su utilización.
Actualmente, la empresa solo opera en Madrid, Barcelona, Sevilla o Lisboa, así que, en palabras de la alcaldesa, «Acciona convierte Gandia en capital».
El servicio aterriza con 200 vehículos, que se irán instalando en las calles de forma progresiva. Su funcionamiento es muy sencillo. El usuario se instala una aplicación en su teléfono móvil, donde debe registrarse mediante el envío de su DNI y el permiso de conducir. Técnicos de la empresa comprobarán la veracidad de los datos y, en como mucho una hora, activarán el servicio. En el mismo programa aparecerá un mapa que señalará en qué puntos hay disponibles motocicletas para que el conductor elija la que tiene más cerca y reservar su uso. A partir de entonces dispone de quince minutos para llegar hasta el vehículo y ponerlo en marcha. Si sobrepasa ese tiempo, se anulará la reserva.
Así, Gandia se introduce en lo que se conoce como «pago por uso» o movilidad compartida. El precio es de 0,27 céntimos el minuto para los modelos medios y de 0,30 si se elige el más potente, que puede alcanzar hasta los 80 kilómetros por hora.
Se puede ir a otro municipio
El vehículo se puede utilizar para desplazarse a otro municipio, aunque, de momento, el destino final siempre tendrá que ser Gandia. Si, por ejemplo, una persona se desplaza a Oliva, cuando llegue deberá activar la opción de pausa mientras la motocicleta se encuentre parada. Durante ese tiempo estará pagando 5 céntimos el minuto. Después tendrá que desactivar la pausa y regresar a Gandia. La empresa está en negociaciones con otros municipios próximos a Gandia para implantar también el sistema allí, lo que no obligaría a regresar siempre a la capital comarcal.
Acciona no descarta que acabe siendo permanente. «Cuando pasen estos tres meses se hará una evaluación para conocer su aceptación», indicaba Corva. La alcaldesa, Diana Morant recalcaba que, además de facilitar la movilidad por un precio muy económico, este tipo de vehículos reducen el uso de emisiones. «Una moto de estas en la calle, resta 10 coches», indicaba. Morant deseó «que se queden más allá del verano», a lo que Corva respondía: «por nosotros, encantados».
