Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El sueño de ser élite internacional

El sueño de ser élite internacional

Y de repente sueñas a lo que puedes llegar en el deporte, comienzas a progresar a través de la constancia y la superación y te encuentras, con tu esfuerzo, con poder ser el mejor atleta de la Comunitat Valenciana y multiplicar ese éxito en el panorama nacional en un campeonato de España logrando una medalla. Es ser considerado un deportista de élite, uno de los mejores atletas de su país. Y te das cuenta que puedes llegar a lo máximo: ser internacional. La selección española ya te tiene en cuenta y te convoca a concentraciones que coinciden con las vacaciones de Navidad, Semana Santa y verano con entrenamientos de mañana y tarde y una convivencia con los demás deportistas convocados. Te hacen un seguimiento de evaluación y rendimiento, todo ello para una inminente presencia en la selección española.

Das el salto y lo más difícil todavía es lograr una marca mínima de participación exigida por la federación, ya que únicamente si la consigues tienes la oportunidad de de representar a España en un encuentro internacional como un Europeo o un Mundial.

A diferencia de los deportes colectivos, no vale con un criterio personal de rendimiento por parte del seleccionador. Para formar parte de la selección española de atletismo solo vale lograr la mínima. Eso es lo que vivimos los atletas internacionales.

En mi vida como deportista de élite, mi primera oportunidad para representar a España fue en los Juegos Olímpicos de la Juventud, en Holanda 1993, a donde sólo acudía un representante por país en cada prueba. Tuve que quedar campeón de España porque el subcampeón no iba. En esas Olimpiadas de la Juventud logre la medalla de plata, pero fue durísimo pasar esa criba. En sucesivos campeonatos de Europa y del Mundo, la marca mínima exigida por la Federación Española era la condición indiscutible para participar y esa marca o distancia era la gran barrera del año, que te planteabas si podías lograr para ser internacional.

En cada nueva temporada partías de cero y sólo los últimos resultados son los que cuentan cada año para pasar el corte, esa línea que te llevaba a la gloria deportiva de ser internacional con la selección española. Una gloria que te premia con una beca deportiva anual, en mi caso también con una beca de residente en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, en Barcelona, que permitía compaginar estudios y deporte de alto nivel en un mismo recinto. Un complejo deportivo inmenso que abarca multitud de disciplinas deportivas. Un centro que se inauguró para preparar a los deportistas de cara a Barcelona 92.

Un sistema de corte hasta la fecha de marca mínima que en 2019 varía a nivel profesional en categoría absoluta, ya que la IAAF ha presentado una clasificación por puntos con un ranking mundial en busca de dinamizar el espectáculo durante la temporada. Para la clasificación del atleta al Mundial o los Juegos Olímpicos contará la marca en su prueba y la clasificación obtenida en las competiciones que disputes. Así pues, el mérito de lograr representar a tu país en unos campeonatos internacionales siempre ha sido y será toda una hazaña porque solo está al alcance de unos pocos.

Ahora vivimos un momento de explosión del atletismo en Gandia con atletas que forman parte de lo mejor del país y aspiran a ser élite internacional. Ellos sí han alcanzado esas mínimas.

Gema Martí, Víctor Faus y Quique Llopis compiten desde hoy en el XXV Campeonato de Europa sub-20 en la ciudad sueca de Boras. No podemos olvidar a los entrenadores de estos atletas y a la vez seleccionadores de la federación, Juanvi Escolano y Toni Puig, también de Gandia.

Después del olímpico en Sidney-2000, Toni Andrés, y atletas como David Melo y un servidor, que llegamos a ser internacionales, Martí, Faus y Llopis disfrutarán de formar parte de la élite europea. Primero se deben recuperar del viaje, adaptarse a la ciudad, aprenderse las comunicaciones y transporte, organizar las horas de entrenamiento y activación previa a la competición, su alimentación y su descanso. Y hasta su comportamiento, su educación y respeto como imagen de España en el exterior. Además, gozarán de una convivencia con otros deportistas que no olvidarán nunca. Tendrán en cuenta los actos en los que deben participar como el desfile de inauguración, las reuniones o la atención a la prensa.

Por mi experiencia sé que ahora deben tener una absoluta concentración en su rendimiento para la prueba y a lo que se les exige por parte de los responsables de la federación y entrenadores. Todo ello sin presión de ser mejores de lo que ya lo son, pero con la responsabilidad de su nivel deportivo. Un control y madurez propios de un atleta internacional. Los tres atletas de la Safor llegan con una fantástica clasificación en el ranking europeo. Sus cabezas experimentarán todos los temores y valores del triunfo y les toca ser ellos mismos en máxima esencia.

Atrás quedan el último año de entrenamiento, el sacrificio, la confianza o las lesiones. Será clave abstraerse de lo que les rodea, su ritual o su estado para lograr el rendimiento óptimo. En su interior lo tienen todo a favor, porque "Los sueños son las semillas del triunfo". Suerte.

Compartir el artículo

stats