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Demolición

La Generalitat avala que los restos del hospital de Gandia se trituren in situ

El plan, que deberá contar con medidas correctoras para evitar molestias a los vecinos, evitará el paso de seis mil camiones con escombros

La torre del antiguo ambulatorio comenzó a demolerse ayer. ximo ferri

En unos días la empresa Cadersa comenzará a instalar en el centro de la parcela donde se ubicaba el antiguo hospital comarcal Francesc de Borja una gran trituradora de escombros. Su misión consiste en hacer añicos los materiales de derribo que, en los tres últimos meses, se han ido acumulando en ese lugar, donde ya ha desaparecido casi toda la estructura del centro sanitario.

La trituradora, que inicialmente no se planteó, estaba a la espera de una autorización de la Generalitat, que debía dar luz verde, previa consulta de las medidas correctoras, porque se trata de una actividad ruidosa y generadora de polvo en un espacio urbano densamente poblado y rodeado de altos edificios.

La concejala de Sanidad y persona encargada de dirigir desde Gandia el proceso de demolición del antiguo hospital, Liduvina Gil, confirmó ayer a este periódico que la Generalitat autoriza la trituradora. De esa manera, se facilita el trabajo de la empresa que lo ejecuta y se generarán restos minúsculos que, al menos la mayor parte, se depositarán en el mismo solar para rellenarlo y poder construir sobre el mismo.

Triturar y depositar in situ frente a miles de viajes de camiones. Porque la alternativa a la trituradora habría sido cargar la enorme cantidad de toneladas que la demolición ha dejado y trasladarlos a un vertedero autorizado. Según los cálculos de los técnicos que dirigen esta operación, eso se habría hecho con unos seis mil viajes de camiones que, en pleno verano, habrían atravesado calles del distrito de Roís de Corella.

Según señala la concejala Gil, también la trituradora tiene sus inconvenientes, pero se ha considerado que es mejor, incluso para los vecinos que residen en esa zona, que la alternativa del paso de camiones hacia el antiguo hospital y, una vez con su carga, saliendo de la zona.

Decidido el modelo y optado por triturar en vez de pasear los escombros, al ayuntamiento le corresponderá el control del funcionamiento de esa máquina. Liduvina Gil señaló que, además de las personas que se encargan de mediar entre la empresa y los vecinos cuando se produce algún problema, en el caso de la trituradora se establecerán horarios de funcionamiento. En principio, la trituración se detendrá en las primeras horas de la tarde, atendiendo la época del año, en pleno verano y con muchas personas de vacaciones, y también se regulará el uso, sobre la marcha, en el caso de que se haya problemas, como podría ser la generación excesiva de polvo. Hasta ahora los controles para evitar molestias han funcionado, a criterio del ayuntamiento, casi a la perfección.

Solera con párking de 150 plazas

El material que se vaya troceando se depositará sobre la parcela, rellenando el antiguo sótano, salvo un espacio que se mantendrá vacío y en el que está previsto que se construya un párking con capacidad para 150 vehículos.

Según señala la concejala Gil, en su globalidad el proyecto avanza incluso con algo de adelanto respecto a la previsión inicial, y es posible que la trituración de los escombros todavía permita avanzar más sobre el calendario.

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