José Manuel Prieto, en representación del Gobierno de Gandia, acudió al pleno constitutivo de la Mancomunitat con un claro mensaje. La capital de la comarca va intentar reingresar en el ente comarcal lo antes posible y cerrar así el paréntesis que se abrió en 2013, cuando el PP, que tenía mayoría absoluta en el ayuntamiento, votó por abandonarla.
Pero eso no es tan sencillo. Gandia pagó todas sus deudas con la Mancomunitat a finales de la pasada legislatura, pero desde 2015 está sometida a un Plan de Ajuste Económico que la obliga a pactar con el Ministerio de Hacienda muchas actuaciones que supongan ceder recursos económicos propios. Y ese es el caso de abonar la cuota, de tres euros por persona y año (225.000 euros), a la institución comarcal.
Por eso Prieto y otros responsables del Gobierno local están negociando fórmulas de reingreso. Una especie incorporación «a la carta» que permita «convencer» al Ministerio de Hacienda para que lo autorice.
En esa negociación Gandia aspira a mantener su propio departamento de Servicios Sociales, evitando la duplicidad de servicios y, por lo tanto, de los gastos, pero también intentará que la Mancomunitat asuma que este ayuntamiento presta muchos servicios públicos a vecinos del resto de la comarca, sin que ello suponga un coste adicional para nadie.
En definitiva, Gandia busca un reingreso en el que intenta que la Mancomunitat le reconozca la precariedad financiera que supone adeudar todavía 260 millones de euros a los bancos.
José Manuel Prieto indicó ayer a este periódico que, sobre esa base de estar encadenados al Plan de Ajuste, el pleno de Gandia aprobará en el mes de septiembre la petición al Ministerio de Hacienda. Será en Madrid, por lo tanto, donde se decidirá si Gandia vuelve a la Mancomunitat de la comarca que lidera.
