La comarca de la Safor está a la cabeza en algunas iniciativas que se dirigen a diversificar el turismo de sol y playa, sin duda el más masivo y el que mayores ingresos genera en esta zona. Y entre esas actuaciones está de la habilitar pequeños recorridos, siempre muy cerca del mar, para que los turistas se adentren un poco en los espacios naturales que tienen al alcance de un paseo.
Son los llamados 'senderos azules', un título que les otorga la la Asociación para la Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac), con el apoyo de la Fundación Biodiversidad. Es como la 'bandera azul' de la playa pero en forma de itinerario ambiental.
Los datos hablan claro. En toda España hay setenta 'senderos azules' repartidos por todas las comunidades autónomas. En la valenciana, la segunda en número de reconocimientos después de Galicia, existen diecisiete. Y del conjunto de las comarcas valencianas, la Safor, con cuatro senderos, se sitúa al frente.
En Tavernes de la Valldigna se la denominado la 'Ruta dels sentits' y discurre entre la playa, el casco urbano y los espacios de l'Ombria. Entre sus características, la de ser plenamente accesible y contar con elementos que permiten disfrutarla a personas con discapacidad visual. La Organización Nacional de Ciegos ha reconocido el recorrido.
En Xeraco el sendero discurre por las orillas de la desembocadura del río Vaca, y también alcanza la zona de la Torre Guaita de esta localidad. El ayuntamiento lo ha querido bautizar con el sugerente apelativo de 'Turisme en família pel Vaca'.
Sin duda el más cercano a la playa es el 'sendero azul' de Gandia. Sencillamente porque está sobre la misma arena de la playa más conocida de la ciudad, en su tramo urbano norte, y su elemento más característico es la pasarela peatonal elevada, también recientemente restaurada.
Constituye un paseo en el que, durante un largo rato, la vista se puede perder en el mar sin ninguna interferencia de por medio. Cientos de personas usan esta 'senda', tanto de día como por la noche.
Finalmente, el Ayuntamiento de Miramar habilitó hace años el 'Camí de la Séquia Mare', que constituye el cuarto 'sendero azul' de la Safor y que permite adentrarse, desde la arena de la playa, por las riberas de un riachuelo que, pese a su sencillez, alberga a una enorme biodiversidad.
«Todos ellos diversifican la oferta turística de sol y playa de los veraneantes, una manera distinta de disfrutar de los valores naturales y patrimoniales que los ecosistemas costeros brindan», destacan los promotores de esta iniciativa y que otorgan el calificativo de 'sendero azul'. Entre otros aspectos eso les permite figurar en un mapa de toda España con ese atractivo y consultar todos los datos en la página web www.senderosazules.org.
Además de las rutas de Tavernes de la Valldigna, Xeraco, Gandia y Miramar, la Comunitat Valenciana dispone de otros trece 'senderos azules'. En la provincia de Castelló están los de Peñíscola, Almenara, Moncofa, Oropesa, Xilxes, Alcalà de Xivert, Burriana y el Parque Litoral de Castelló. En la provincia de València hay que sumar, además de los de la Safor, el situado en la playa del Saler. Y en la provincia de Alicante existen cuatro que están en Benissa, l'Alfàs del Pi, el Cabo de las Huertas de Alicante y la isla de Tabarca.
Refiriéndose al conjunto de los 'senderos azules' de España, que están perfectamente señalizados y cuyo acceso siempre es gratuito y abierto, las entidades promotoras de los itinerarios destacan que entre los muchos atractivos que engrandecen estos senderos destaca la variedad de especies que se pueden avistar: aves como el chorlitejo patinegro y el cormoran moñudo, mamíferos como el desmán ibérico además numeras especies de murciélagos, reptiles como la tortuga boba, la tortuga laúd y culebras de agua y en anfibios al tritón ibérico.
Accesibles también en invierno
Si se pudiera contabilizar el número de usuarios de estos espacios ambientales, sin duda la inmensa mayoría corresponderían a los meses del verano. Es en ese periodo cuando Tavernes, Xeraco, Gandia y Miramar tienen llenas sus playas. Pero también se encuentran los que aprovechan para disfrutarlo en otros meses, especialmente en el otoño y la primavera. En sendero de la playa de Gandia encuentra «clientes» incluso en las jornadas invernales que registran ambiente suave. No solo porque siempre hay quien visita la playa, sino por quienes ya han fijado allí su residencia habitual.
Los 'senderos azules', además de ser espacios a preservar por su riqueza ambiental, también contribuyen a huir, en pocos minutos, del habitual bullicio de las playas en verano.
