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'Marxuquera Verda', iniciativa pionera para educar y canalizar la solidaridad

Más de 2.000 personas han participado en la primera fase del proyecto, que se reeditará con ocasión del curso escolar

La avalancha de solidaridad que se desató aquellos días y las ganas de ayudar a regenerar unos parajes con tantos valores naturales y sentimentales para los gandienses llevó al Gobierno de Gandia a crear «Marxuquera Verda», un proyecto que sirvió para involucrar a la ciudadanía, al margen de los trabajos post-incendio que ya estaban realizando las brigadas profesionales. Con «Marxuquera Verda» lo que se pretendía era implicar a la ciudadanía en la gestión del medio natural. Entre diciembre de 2018 y mayo de este año se realizaron varias acciones, todas ellas concentradas en el Barranc de Borrell, como plantación de árboles, construcción de cajas-nido para aves y bebederos para animales, o la creación de fajas de contención para evitar la erosión.

La experiencia ha sido todo un éxito: participaron 2.019 personas procedentes de 14 colectivos, empresas y asociaciones, y 20 centros educativos de la Safor y la Vall d'Albaida. La iniciativa fue provechosa sobre todo para los escolares; Marxuquera se convirtió para ellos en un aula al aire libre. El ayuntamiento ha costeado también el transporte hasta el lugar o la compra de materiales.

«Seguimos recibiendo correos electrónicos de directores de colegios que nos felicitan y quieren participar», señala la concejala de Gestión Responsable del Territorio, Alícia Izquierdo. Por ello, el Gobierno local reeditará «Marxuquera Verda» con la misma filosofía, aprovechando el próximo curso escolar. Como curiosidad, esta segunda parte se financiará con el dinero que se obtenga de la subasta de madera quemada, una puja que podría superar los 25.000 euros. Todas las actuaciones están documentadas en la página web «marxuqueraverda.gandia.org».

En Llutxent se puso en marcha una iniciativa similar, el «Projecte Fénix», centrado en las 800 hectáreas del Surar, un paraje protegido de alcornoques que también ha recibido ayudas públicas para su restauración y para la reconstrucción del aula-refugio de educación ambiental, que también fue devorada por las llamas.

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