Las policías Local y Nacional de Gandia, en su labor por luchar contra la violencia machista, detuvieron el pasado puente de agosto a dos hombres que, presuntamente, habían agredido a sus parejas mientras mantenían fuertes discusiones con ellas. El primer caso tuvo lugar el día 16 de agosto, alrededor de las 13.30 horas en el distrito del Raval.
La patrulla de la Policía Local acudieron a una llamada que denunciaba que se estaban escuchando gritos en el interior de una vivienda. Al llegar, los agentes comprobaron que se trataba de una pareja que mantenía una fuerte discusión. Según ha podido saber este periódico, en el momento en que los policias accedieron al interior del piso, escucharon como el hombre profería fuertes insultos a la mujer y le gritaba «vete de mi casa». Al ver a los agentes, la víctima se acercó a ellos pidiendo ayuda y denunciando que el hombre le había dado un golpe con una barra de hierro y le había dado «un fuerte tirón de pelo».
La mujer contó a los agentes que había dejado de convivir con su pareja unos días antes y que, al no disponer de otra vivienda, estaba durmiendo en un cajero. Tras varios días, el hombre acudió a buscarla a la sucursal y, según la denuncia, «la amenazó» para que volviera a la vivienda, a lo que la mujer accedió porque temía «ser agredida». Tras escuchar a ambos, los agentes procedieron a la detención del hombre, que mostró una fuerte resistencia, insultando a los agentes y amenazando con agredirles con la barra de hierro con la que, presuntamente, había agredido a su pareja.
La segunda de las detenciones tuvo lugar el 17 de agosto. Sobre las 16 horas, una patrulla de la Policía Local acudió a la avenida de la Pau, en el Grau, a la llamada de varios testigos que presenciaron como un hombre empujaba a una mujer en plena calle mientras discutían delante de una niña, que resultó ser hija de ambos.
Según ha podido saber este periódico, la víctima explicó a los agentes que el hombre con el que discutía era su expareja, la cual no le había entregado a la niña en el día que habían acordado ambos de manera verbal y que ese extremo lo había denunciado ante un juzgado.
Ese incumplimiento, según explicó la mujer a los policías, le hizo perder un vuelo que ambas tenían previsto para viajar a otro país. Además, la mujer denunció ante los agentes que recibía constantes insultos por parte de su expareja a través del móvil, que meses atrás la había agredido y que temía por su integridad física. Con toda la información recabada, los agentes procedieron a detener al hombre para ponerlo a disposición del juzgado. Pese al trabajo que realizan los agentes para luchar contra la violencia machista, cada semana se detectan casos.
